Mientras el encargado comunitario de Desarrollo y Acción Humanitaria hablaba de "calidad excepcional" y "éxito" de las jornadas, y agradecía la presencia y entusiasmo de los participantes - comenzó refiriéndose a "los participantes, expositores y organizadores" para terminar por los "personajes eminentes"-, las ONG organizaban actos paralelos, en un intento por conseguir realmente los objetivos que los llevaron hasta Bruselas.
Éstos, se adelantaron incluso a las propias jornadas, ya que el martes de esta misma semana un centenar de representantes de organizaciones de la sociedad civil europea, africana y asiática se reunieron en la capital de la UE en un evento alternativo al organizado por el Ejecutivo comunitario. Aprovecharon para mostrar su preocupación respecto al concepto de gobernanza promocionado por la Unión Europea durante los últimos meses y que junto a 'África' era uno de los dos conceptos protagonistas de las jornadas. A ojos de los organizadores, el problema es que "se sigue imponiendo a los países en vías de desarrollo las prioridades políticas que deben seguir". "Al imponer nuevas condiciones a los países socios, la UE limita la libertad de decisión política de los Gobiernos y de la sociedad civil", argumentaban algunas de las organizaciones participantes en un comunicado conjunto.
Volvieron sobre esta misma idea, este jueves, en rueda de prensa en la que periodistas europeos y africanos pudieron oír las quejas de las organizaciones. Así, explicaron que consideran que la propuesta de hacer pivotar la política de Cooperación en la gobernanza es un símbolo de que la UE "se centra todavía principalmente en las deficiencias de los países ACP" (África, Caribe y Pacífico), y lamentan que la Comisión no se haya puesto en contacto con las partes interesadas ni contara con la participación de los parlamentarios africanos y europeos o la sociedad civil a la hora de definir una agenda apropiada sobre la gobernanza.
La principal crítica que las ONG hacen a la estrategia de Louis Michel - y que los periodistas africanos se han encargado de trasladar hasta Bruselas durante todo el desarrollo de las jornadas- es que promoviendo un enfoque "tan estrecho" del buen gobierno, impide a los países africanos que tomen decisiones para salir de la pobreza. Así las cosas, pidieron a los Estados miembros y los donantes europeos que alinearan sus políticas con los planes nacionales de desarrollo de los países que reciben la ayuda, en vez de orientarse sólo por las instituciones internacionales.
Concluyen las jornadas
Respondiendo a las críticas, Louis Michel ha respondido que su propósito pasa por que el dinero se emplee bien, y para conseguirlo el Ejecutivo comunitario premiará -con fondos suplementarios reservados especialmente- a los Gobiernos que presenten pruebas de transparencia administrativa y de que son capaces de hacer bien las cosas. "No se trata de una sanción ni un castigo -ha puntualizado- y en ningún momento quiere faltar al respeto a otros órganos de control". Para el comisario es lógico que "un donante importante como es la UE, quiera reflexionar sobre el uso de sus medios".
Aparentemente al margen de las opiniones sobre las jornadas, Louis Michel ha calificado de "éxito" la iniciativa y ha emplazado a los participantes hasta el año que viene. Cuando, si todo sale de la manera prevista, será Lisboa la ciudad que acogerá las jornadas. En el discurso de clausura, ha aprovechado para hacer un repaso a las líneas más importantes de la cooperación, explicar que los eventos de la semana no son un fin en sí mismos sino un medio y expresar su deseo de que la iniciativa "haya hecho brillar la luz de África en el corazón", de los participantes.
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