www.diariocritico.com

Bicentenario de las independencias latinoamericanas

miércoles 28 de enero de 2009, 02:27h

La celebración de los bicentenarios de las independencias latinoamericanas se verá seguramente empañada por las profundas divisiones internas y externas presentes este miércoles en el continente. Ésa es al menos la conclusión general de los participantes en la ponencia  “Bicentenarios de las independencias latinoamericanas” celebrada en Santiago de Compostela en el marco del congreso “Construyendo Eurolat.

Para la periodista brasileña Eliane Cantanhêde, el principal problema es la falta de una vertebración social y política en Latinoamérica. “Los procesos políticos de independencia fueron muy parecidos. Sin embargo, nuestras poblaciones no se conocen entre ellas. Detrás de esto, estuvo siempre la mano invisible de Washington”.

    Sin embargo, para ella, y al margen de los desencuentros entre los diferentes gobiernos de la región, actualmente hay una voluntad de construir un bloque que pueda cohesionarse para dialogar entre ellos y con el resto del mundo. “¿Qué pasa en nuestros 36 países y 510 millones de habitantes? Pobreza, diferencias sociales muy fuertes. Y en este contexto, ¿Por qué Miami tiene que ser el punto de enlace si uno quiere volar desde un país a otro del continente?”.

    Aún así, los desencuentros entre regímenes tan diferentes como el de Uribe en Colombia y el de Chávez en Venezuela no son el único obstáculo para una celebración ''armoniosa” de los bicentenarios. Las propias diferencias internas en muchos países son la primera traba, tal y como afirma el periodista y consultor político mexicano Rafael García Laza, sobre el desencuentro entre los gobiernos de la ciudad de México DF y el propio gobierno federal.

    Para García Laza, los preparativos están envueltos en una niebla de confusión. “En dos años, el Estado nombró a cinco personas diferentes como responsable de la celebración, cada una con su propia visión. Tampoco se quedan atrás los izquierdistas de México D.F. que para celebrarlo, planearon construir el edificio más grande de Latinoamérica en la zona más densamente poblada de la ciudad, algo que finalmente no se va a realizar después de numerosas propuestas”.

Mirar al futuro, sin olvidar el pasado

Aún cuando se mitigaron los ecos de culpabilidad sobre la posición española antes de la independencia, García Laza afirma que no podrá ser una celebración feliz ya que México no “ha logrado aún un modelo de país que nos permita llenarnos de orgullo. Debería ser la ocasión para reflexionar juntos sobre el porvenir sin olvidar el pasado, pero nos perdemos en nimiedades”.

    Un escepticismo compartido también por el periodista boliviano Juan Carlos Rocha para quien habrá dos maneras diferentes de afrontar el recuerdo “por un lado, ‘celebración-festejo’ en países como Colombia y ‘celebración-condena’, como ocurren en países con mayor presencia indígena como Bolivia o Venezuela”.

    Para Rocha, la expectativa con la que se organiza o se ignora la llegada de los bicentenarios tiene demasiada relación con los proyectos políticos en marcha actualmente en el continente “algo que, a priori, no debería suceder. No tengo un buen augurio para la celebración, porque en vez de acercarnos, se van a convertir en elemento de lucha”.

    Esto tendría mucho que ver con el hecho de que “en América Latina, cruzar una frontera, es una experiencia traumática”, afirma Rochar. “Llegar a Venezuela es casi tan difícil como llegar a España. Somos una región desvertebrada, por falta de infraestructuras pero también por incapacidad política”.

    Rocha también sostiene que la exaltación nacionalista será usada por ciertos gobiernos como arma arrojadiza contra los intereses comerciales españoles en la zona. También afirma que en Bolivia, no se pudo percibir aún con qué sentimiento abordará España la celebración. “¿Con un sentimiento de culpa o con ánimo de reflexión?”, se pregunta

    Precisamente la postura española durante esta celebración es observada con incertidumbre. Para el periodista de 'El País' Miguel Ángel Bastenier, la intención del gobierno español es “acompañar en todo aquello que se pueda acompañar y asumir”, una opinión compartida por el representante de la Secretaría General para Iberoamérica, Fernando Pajares, que afirma que la intención española  es “estar y celebrar, pero sin sobreactuar”.

    A todo ello, hay que sumarle el factor de incertidumbre introducido por la crisis, la primera de la era global y que tiene su epicentro en el mundo desarrollado. Demasiadas connotaciones adversas para no recordar con amargura un pasado colonial.
¿Te ha parecido interesante esta noticia?    Si (2)    No(0)

+
0 comentarios