www.diariocritico.com
El Circo de Timoteo

El Circo de Timoteo

lunes 02 de febrero de 2009, 01:04h
La calurosa temporada estival se ha recalentado por estos días, esto como efecto de un cambio climático político en nuestro país. El llamado “affaire Mirage” ha acalorado los ánimos de nuestra clase política al punto de convertir el honorable Congreso Nacional en un espectáculo mediático. Todos los sectores políticos tienen muy claro que en tiempos de elecciones cualquier asunto es una oportunidad para aparecer en los medios. La cuestión es adquirir notoriedad pública, pero sin ser salpicados por el hedor a estiércol que se adivina en tan espinudo escándalo.

Muy pocos, sin embargo, se han atrevido a plantear la cuestión política de fondo que se juega ante esta situación, a saber: la democratización de las Fuerzas Armadas. Para quienes afirman que esta proposición entraña una politización de las instituciones castrenses, habría que recordarles que es la situación actual la que prolonga una malsana politización de los uniformados. La mejor prueba de ello es que muchos ex Comandantes en Jefe se han convertido en senadores, incluidos los Comandantes en Jefe Augusto Pinochet y Ramón Vega; y muchos miembros de la “familia militar” han sido voceros de la extrema derecha durante años, patrocinando y financiando organizaciones espurias ligadas al pasado dictatorial.

La democratización de las Fuerzas Armadas, significa, ni más ni menos, el regreso de los mandos castrenses a la debida obediencia al orden democrático.  Esto posee aristas tan concretas como abrir las escuelas matrices de cadetes y suboficiales a todos los jóvenes de Chile, sin las trabas económicas y las prácticas nepóticas y clasistas  que han convertido a la oficialidad en una elite que se reproduce a sí misma, con cargo al fisco. Asimismo, exige una revisión exhaustiva del financiamiento de la Defensa Nacional y de su sistema de pensiones. Las Fuerzas Armadas no pueden seguir siendo un coto cerrado en el Chile de hoy.

Los diferentes gobiernos concertacionistas no se han planteado una verdadera política frente a las Fuerzas Armadas y, en rigor, éstas siguen asociadas a paradigmas arcaicos superados por la historia, al punto de que todavía hay buques de la Armada de Chile con el nombre de “Jose Toribio Merino” (sic). Cuando las Fuerzas Armadas no encuentran su lugar en una democracia, marginadas de los cambios sociales y culturales que vive el país, distante de las grandes tareas que demanda el desarrollo nacional, éstas se corrompen de manera ineluctable.

Democratizar las Fuerzas Armadas debiera ser un aspecto fundamental en el programa político de los candidatos a la presidencia de Chile, pues de otro modo se está postergando una cuestión amenazante para el futuro del sistema democrático chileno. Por último, y no como un asunto menor, el escándalo que remece al país este verano debiera servir para crear los mecanismos de regulación en el presupuesto militar. Ha llegado el momento de dejar atrás para siempre la triste herencia de la dictadura en los cuarteles de este país. Ha llegado el momento de que nuestra clase política se tome en serio la democracia y no seguir con el frívolo y grotesco espectáculo de acusaciones cruzadas y  una retórica tan ampulosa como irrisoria, hasta convertir el foro del Congreso en una suerte de Circo de Timoteo.

-------------------------------
Álvaro Cuadra
Doctor de La Sorbonne e investigador de ELAP
¿Te ha parecido interesante esta noticia?    Si (2)    No(0)

+
0 comentarios