El 15 de julio de 2004 el fuego destruyó una subestación eléctrica perteneciente a Unión Fenosa situada en la calle Alameda esquina a Almadén, en el centro de Madrid, junto a la glorieta de Atocha. A consecuencia del incendio, que se originó por el sobrecalentamiento de un transformador de alta tensión, la compañía se vio obligada a instalar provisionalmente los transformadores delante de la Puerta de Villanueva del Jardín Botánico, en el paseo del Prado. Posteriormente y tras comprobar que la subestación era irrecuperable Unión Fenosa llegó a un acuerdo con el Ayuntamiento para permutar este solar por el uso del subsuelo de la Cuesta de Moyano donde se iba a instalar la nueva subestación. Por tal motivo, los libreros ubicados en este punto se vieron obligados a trasladar sus casetas al Paseo del Prado mientras duraban las obras.
En concreto, fue en el mes de octubre de 2004 cuando ocuparon su nueva ubicación junto a la verja histórica del Jardín Botánico. Un lugar que no les era del todo extraño ya que en el año 1986 también se trasladaron, de forma provisional, aquí como consecuencia de la renovación de sus puestos. A pesar de que la ubicación ha sido beneficiosa económicamente, los libreros siempre han deseado volver a su sitio habitual, la Cuesta de Moyano, porque "es nuestro lugar de siempre" según ha afirmado a MDO Armando Castrillo, portavoz de los libreros. Y no es de extrañar ya que la Cuesta de Moyano ha sido la ubicación habitual de los libreros desde 1925.
Ahora están de enhorabuena. "Según nos ha confirmado el Ayuntamiento el día previsto para el cambio será el 9 de abril", dice Castrillo. Por tanto, si no hay retrasos de última hora, a partir de ese momento los madrileños podrán volver a disfrutar de las casetas en "el lugar de toda la vida". De esta forma, el Día del Libro podrán celebrarlo en la Cuesta de Moyano. Algo que para los libreros "será muy especial", como ha asegurado Castrillo.
En total, serán treinta las casetas que ofrecerán a los visitantes multitud de libros y que están siendo reformadas si bien cuidando de que se mantenga el diseño "ya que el objetivo es que sean una réplica de las que había en el año 1925", dice Castrillo. "En concreto se están adecentando mediante pintura y toldos nuevos" . El coste se esta reforma, según ha indicado el portavoz de los libreros, "será pagado por el Ayuntamiento o al menos eso creemos ya que desde luego nosotros no vamos a pagarlos".
"Las casetas tendrán agua corriente y luz pero no baños", aunque habrá uno de uso común entre las casetas 15 y 16. "La principal novedad será que la primera será del Ayuntamiento, algo totalmente nuevo", como ha reconocido Armando Castrillo. Esta caseta servirá o bien como punto de información turística o para vender libros publicados por el Ayuntamiento. Esta última opción es la que han pedido los libreros "ya que estaría en la misma línea con nosotros".
Nueva imagen
El Ayuntamiento aprobó en octubre de 2006 el proyecto de recuperación de la Cuesta de Moyano, que contemplaba su completa peatonalización aunque se acordó con los libreros permitir el paso de vehículos para la carga y descarga. Según anunció el alcalde en esa fecha, la nueva imagen de la calle sería "un preludio de lo que será el lenguaje urbano del proyecto Eje Recoletos-Prado". Y es que se convertirá en una única plataforma, destinada íntegramente a los peatones.
Sin embargo, los libreros no están del todo convencidos de que la peatonalización sea positiva para su negocio. "Tenemos miedo a lo desconocido ya que nuestro negocio se basa en comprar y vender y mucha gente utiliza el coche para trasladar lo que trae o lo que se lleva". Por ello, los libreros están "a la expectación para ver lo que sucederá, respecto a la venta" aunque reconocen que "la superficie va a quedar muy bonita".
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