Rector de Universidad Anáhuac: globalizar solidaridad

Las nuevas realidades derivadas de la globalización no deben violar la dignidad humana ni la libertad y la democracia de los pueblos, por lo que es preciso globalizar la solidaridad, opinó el rector de la Universidad Anáhuac, Jesús Quirce.

"La solidaridad, la educación, la participación y la posibilidad de gestionar esos cambios radicales constituyen, si no la solución, ciertamente la necesaria garantía ética para que las personas y los pueblos no se conviertan en instrumentos, sino en protagonistas de la construcción de un futuro mejor y en paz", señaló.

Al dar la bienvenida al ex presidente polaco Lech Walesa, quien dictó una conferencia magistral en esa casa de estudios, indicó que la transformación profunda del desarrollo humano hace más urgente un cambio solidario capaz de alcanzar todas las regiones del mundo, incluidas las menos favorecidas.

Para los sectores más pobres, la puesta en marcha de un proceso de desarrollo solidario no sólo aparece como una posibilidad concreta de mejorar el entorno en crisis, sino que representa una verdadera condición para la supervivencia, consideró.

"Asistimos a tiempos difíciles, con nuevos problemas, pero lo que nunca debe cambiar es la base de valores bajo los cuales apreciamos esos problemas", exhortó.

A su parecer, la globalización de la economía, con la liberalización de los mercados, la competencia, el crecimiento de empresas especializadas en el abastecimiento de productos y servicios, requiere una mayor flexibilidad del mercado de trabajo, así como de la organización y gestión de los procesos productivos.

Quirce Andrés aseveró que el factor decisivo y el ámbito de esa compleja fase del cambio es, una vez más, la persona humana, que debe mantenerse como el verdadero protagonista del trabajo.

"El hombre puede y debe hacerse cargo creativa y responsablemente de las actuales innovaciones y reorganizaciones, de manera que contribuyan al crecimiento de la persona, de la familia y de la sociedad", puntualizó.