Los avances en este sentido de los últimos años en Arganda, situado a 20 kilómetros al sureste de la Comunidad de Madrid, le han convertido en uno de los exponentes de la capacidad de atracción de empresas y de promover con ello el empleo. De hecho, en este municipio sólo hay un millar de personas desempleadas sobre un total de 45.085 habitantes que tiene (según el censo de población 2006).
La resolución de los problemas estructurales que se encuentran las pequeñas y medianas empresas para desarrollar su actividad desde estos municipios, así como sus crecientes necesidades de encontrar profesionales cualificados o, en su defecto, de ayudas para formar a sus plantillas, son los temas principales sobre los que gira este “Encuentro Europeo de Empresarios 2007”. Organizado por la Fundación Este y el Ayuntamiento de Arganda, este foro ha sido posible gracias a la colaboración con CST (Centro Social de Trabajadores), EZA (Centro Europeo para los Asuntos de los Trabajadores), la Cámara de Comercio de Madrid y el Instituto Madrileño de Desarrollo (IMADE).
Las pymes que han llevado el desarrollo a los municipios madrileños del llamado Corredor del Henares, entre los que se encuentra Arganda del Rey, están relacionadas, sobre todo, con la construcción (el 27,2 por ciento del total), seguidas de la generación eléctrica y suministro de agua (20,6 por ciento), comercio y reparación de vehículos (18,6 por ciento). No obstante, la industria manufacturera (15,6 por ciento) y las empresas educativas (14 por ciento) tienen también amplia presencia en la zona.
En Arganda del Rey, en concreto, están radicadas una cementera del grupo Asland, Readymix Asland, y la envasadora Tetra Pak. El dinamismo que demuestran estas actividades ha convertido a todos estos municipios en foco de atracción de la población inmigrante en España. Las pymes ven en ellos una posibilidad de cubrir vacantes en sus plantillas pero se sienten, en muchas ocasiones, impotentes para proporcionarles la formación necesaria.
Durante su intervención en este Encuentro, el vicepresidente primero de la Cámara de Comercio de Madrid, Salvador Santos Campano, invitó a las Administraciones Públicas y las instituciones a reflexionar sobre esta problemática a fin de ayudar a los empresarios: “La formación profesional debe ser potenciada por las autoridades educativas y los planes de formación, a todos los niveles, deben de tener en cuenta las necesidades de las empresas”. Para ello, consideró crucial “cambiar esa imagen que tienen muchas profesiones, que han sido muy poco valoradas socialmente en comparación con la formación universitaria”.
Invertir en la formación de los inmigrantes
Santos Campano recordó que, gracias a la población inmigrante, “la construcción ha podido ser una auténtica locomotora económica, la hostelería sigue siendo un sector pujante y el comercio puede seguir abierto en nuestros mercados municipales”. De ahí que defendiera que la formación es garantía de competitividad de las empresas españolas en el exterior y que “invertir en formación es invertir en futuro”.
En la misma línea se pronunció el presidente de la Fundación ESTE y miembro del Comité Ejecutivo de la Cámara de Comercio de Madrid, Enrique Martínez Piqueras, que señaló que con este Encuentro, la Fundación que preside manifiesta su “apuesta clara por el empleo, porque la mejor forma de contribuir al desarrollo es generando empleo”.
A fin de recopilar las soluciones que en otros municipios de países vecinos (Italia, Francia, Portugal y Alemania) se están barajando desde el ámbito público y privado, la Fundación Este y el Ayuntamiento de Arganda han organizado este Encuentro, al que también acudieron el consejero de Economía e Innovación Tecnológica, Fernando Merry del Val, y la secretaria general de Eza Alemania (Centro Europeo para los Asuntos de los Trabajadores), Roswitha Gottbehut.
Merry del Val recordó que el 99,6 por ciento de las 478.000 empresas que forman el tejido empresarial madrileño son pymes y que emplean al 60 por ciento de los casi 3 millones de afiliados a la Seguridad Social en la Comunidad madrileña. Prueba del dinamismo de las pequeñas y medianas empresas es que Madrid fue la región que más creció en 2005, ya que su PIB se incrementó un 4,3 por ciento, ocho décimas más que la media española. De hecho, en el entorno de la Unión Europea, la Comunidad de Madrid se sitúa entre las 20 regiones que más crecen.
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