“Yo soy muy respetuoso de las expresiones ajenas pero no por tratarse del señor (Mario) Vargas Llosa voy a admitir una grosería”, dijo hoy el ministro de Defensa. “No nos olvidemos que es novelista y los novelistas siempre piensan en los temas que tienen poco de realidad y mucho de ficción”, agregó.
El ministro de Defensa, al igual que otros miembros del Gobierno, había justificado el rechazo a los 2 millones de euros que ofreció el gobierno de Ángela Merkel para construir un museo destinado a recordar y no repetir los horrores de un conflicto interno que dejó 70.000 muertos de 1980 a 2000.
Flores-Aráoz había dicho el 27 de febrero último que, antes de construir museos, el Perú tenía otras prioridades como alimentar a la población. “Si tengo personas que quieren ir al museo pero no comen (entonces) van a morir de inanición. Hay prioridades”, sostuvo esa fecha el ministro.
Esta respuesta del ministro fue criticada por el laureado novelista en su columna de opinión “Piedra de Toque” publicada en El Comercio el último domingo.
El más reconocido y premiado escritor peruano sostuvo que Flores-Aráoz “no era un gorila lleno de entorchados y sesos de aserrín sino un abogado dueño de una distinguida carrera” en la política. Por ello, se preguntó: “¿qué puede inducir a un hombre que no es tonto a decir tonterías?”.
Vargas Llosa se respondió esa misma fecha que la actitud de Flores-Aráoz tenía “dos cosas, profundamente arraigadas en la clase política peruana y latinoamericana: la intolerancia y la incultura”.