Venezuela que comenzó el torneo con una victoria trabajada, pero fácil ante Italia, vio como en el segundo partido fue humillada por Estados Unidos que le dio paliza de 15-6 después que su relevo no hizo bien los deberes ante los bateadores de la novena de las barras y las estrellas.
La derrota forzó a Venezuela a tener que jugar un tercer partido para definir el pase a la segunda ronda, a disputarse a partir del sábado, en el Dolphin Stadium, de Miami, y la lógica apuntaba que su rival sería Canadá.
Pero no fue así, el equipo anfitrión de la competición vio como después de haber estado a punto de dar la gran sorpresa con la victoria frente a Estados Unidos, en el partido inaugural --cayó por sólo 5-6--, protagonizó la negativa al perder también contra Italia por 2-6 para quedar eliminada.
Italia había logrado su gran objetivo en el Clásico Mundial, conseguir un triunfo, y de paso volverse a enfrentar a Venezuela para definir quien iba a acompañar a Estados Unidos en su viaje a las cálidas tierras de Miami.
El partido revancha entre Venezuela e Italia no tuvo ningún color ante la superioridad del equipo suramericano que hizo tuvo la pólvora encendida con nada menos que cuatro jonrones que pegaron sus bateadores en la quinta entrada para ganar fácil por 10-1.
Venezuela había preparado todas sus armas para llegar al segundo duelo revancha, esta vez contra Estados Unidos, que quería asegurar el primer lugar del grupo y confirmar que la victoria por paliza de 15-6 ante los criollos no fue algo circunstancial y de factor suerte.
Mientras que Venezuela quería demostrar todo lo contrario, que era un equipo ganador y que lo que sucedió en el primer partido contra Estados Unidos se pudo enmarcar como "anormal".
El manejador de Venezuela, Luis Sojo, se dio cuenta de los errores que había cometido el "bullpen" en el primer partido y trabajo para que no sucediese lo mismo.
Esta vez, el pitcheo venezolano estuvo dominador y bajo control, mientras que el bateo mantuvo todo su potencial para montar una ofensiva que fue demoledora para los lanzadores estadounidenses.
Venezuela, con béisbol de altos quilates, vencía por 5-3 a Estados Unidos y no dejaba ninguna duda que será uno de los grandes favoritos a luchar por el título de campeones.
De momento, el bateo criollo después de conectar 12 imparables contra los lanzadores estadounidenses completaron la fase de grupos con .347 de promedio de bateo (50 de 144) y 28 carreras anotadas.
"Teníamos que hacernos sentir", declaró Sojo. "Pienso que Venezuela esperó este triunfo después de la manera como habíamos perdido en el primer partido frente a Estados Unidos".
Venezuela con marca de 3-1 llega a Miami para enfrentarse al equipo revelación del torneo, el de Holanda, que eliminó nada menos que a la República Dominicana, dentro del Grupo D.
Los jugadores venezolanos admitieron que están con la moral muy alta después de la victoria conseguida frente a Estados Unidos, pero también con los pies puestos sobre la tierra porque ahora comienza una fase de la competición todavía más difícil.
"Los fundamentos que conocemos del deporte del béisbol es que cada uno tiene que salir al campo a hacer su mejor trabajo", declaró Sojo. "Lo anterior significa que Holanda mostró que ellos fueron mejores en el campo los dos partidos ante República Dominicana y por eso están clasificados para la segunda ronda".
Por su parte, Davey Johnson, el piloto de Estados Unidos, admitió que la derrota frente a Venezuela formaba ya parte del pasado y ahora la concentración tendría que estar puesta en el duelo del próximo sábado frente a Puerto Rico.
"Sabemos que necesitamos al menos dos victorias para poder estar en las semifinales del torneo y eso es lo queremos conseguir desde le principio", comentó Johnson. "Para lograrlo tenemos que hacer que el máximo de jugadores puedan hacer su trabajo".
Johnson dijo que enfrentarse a una novena como la de Puerto Rico requería tener listos al máximo de jugadores para que pudiesen participar.
De ahí, que el veterano tercera base Chipper Jones haya trabajado en la recuperación de la lesión abdominal que sufrió durante el primer partido de Estados Unidos contra Venezuela y esté listo para el partido del sábado contra Puerto Rico.
"Me siento bien y mucho mejor, por lo que no hay efectos de la lesión del pasado domingo, explicó Jones. "Tendré un poco más de precaución a la hora de cruzar el bate, pero voy a estar con el grupo para ayudar".
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