Una entrevista light a De la Vega

A bombo y platillo anunciaron en La Sexta la entrevista a María Teresa Fernández de la Vega. Nunca lo light fue tan patente en esta(s) pequeña(s) pantalla(s) que nos agobian. No, no era por la vicepresidenta, que sigue siendo, según el CIS, el valor político más seguro de esta clase política. La vicepresidenta se enfrentó a tres bellas jóvenes a las que, pese a su aparente desparpajo, faltan bastantes horas de vuelo.
 
Eso es algo común a bastantes medios de comunicación. Lo cierto es que aún no se ha hecho la transición en nuestros medios, en nuestra prensa, en nuestras radios -hay que ver qué tertulias tan caducas, algunas-, en nuestras teles. Hay una revolución tecnológica que no se corresponde con otra paralela en las mentes. Y, los que han tratado de acelerar esa transición, a base de rejuvenecer rostros, siguiendo esa norma no escrita, tan cara a Zapatero, de que todo aquel mayor de cuarenta y cinco años debe ser borrado del mapa mediático y político, se han estrellado sin remisión. No basta con  ser chica, joven, guapa y sin asomo de timidez para triunfar y transmitir al espectador.
 
Algunas veces hemos dicho que, a la clase política que padecemos, se corresponde una clase mediática de escasos vuelos. Faltan años, preparación y reflexión. Falta experiencia. Y falta ayuda desde los poderes a la transparencika: ahí tenemos esas ruedas de prensa sin preguntas, cada vez más frecuentes.
 
De la Vega se os fue viva, moninas. A ver si el año que viene o dentro de dos años...
 
Y no, no piensen ustedes, amables lectores, que estamos entrando en detalles nimios. El gran debate sobre la idoneidad de nuestros medios de comunicación, de nuestros periodistas, de nosotros, los periodistas, está ahí, sobre la mesa. Llegará.