La economía no es una ciencia exacta -basta con observar la devastación traída por una crisis que no encontró a tiempo profeta-, pero la experiencia dice que la confianza en los gobernantes de la cosa pública es esencial para encontrar la salida de éste y de cualquier otro túnel. Y, ese es el gran problema que tenemos ahora mismo en España. Porque, tengo para mí que en este asunto, tiene razón
Mariano Rajoy, el líder de la oposición, cuando dice que el equipo económico
de
Zapatero está quemado. Tan falto de ideas, como de ganas para expresarlas.
Llama mucho la atención, por ejemplo, que el vicepresidente
Pedro Solbes, todavía no haya abierto la boca para contestar a
Paul Krugman. Hablo del Nóbel de Economía -que pertenece al "club
Obama" y fue un tábano con la Administración
Bush- y que a su paso por España ha dejado un diagnóstico sobre la crisis que resulta aterrador. Oído lo dicho por el Nóbel, todos hemos vuelto la cabeza hacia el ciudadano Solbes. Y, ¿qué es lo que ha respondido el responsable del equipo económico del Gobierno? ¿Comparte el diagnóstico de Krugman? ¿Tiene algo que decir?
O, mejor aún: ¿tiene algún plan capaz de transmitir confianza al personal? ¿Sigue en el Ministerio de Economía? Desolación. Desolación, es la palabra.