“Si no unifican las causas, moriremos sin ver que se haga justicia” reclamó una legisladora

"Hace 33 años que estamos esperando justicia. Yo no sé si se debe a la lentitud del Poder Judicial, si falta personal o faltan juzgados. Lo único que sé es que si no unifican las causas, nos vamos a ir muriendo los testigos sin ver que se haga justicia", expresó.

En diálogo con Télam Deheza explicó que "en todo el país sucede lo mismo: hay una causa en la que se avanza y por ahí se llega a una condena, pero detrás hay diez casos más esperando con los mismos imputados. Una unificación de causas permitirá acelerar la solución de los casos".

Deheza asumió como legisladora el 17 de diciembre de 2007, el mismo día que lo hizo su compañera del ARI la gobernadora Fabiana Ríos.

Entonces juró por "los 30.000 compañeros desaparecidos" y fue respaldada por una cerrada ovación en el gimnasio de Ushuaia en donde se desarrolló la ceremonia de asunción de este nuevo período político que se abría para Tierra del Fuego.

"Juré así por mi pertenencia a una generación que tuvo 30.000 compañeros que ya no están y que sigue en la búsqueda de justicia, para sus familiares y sus hijos", explicó.

La legisladora militaba en el peronismo rosarino desde los 14 años y en esa ciudad santafesina fue secuestrada el 7 de enero de 1977, apresada sin condición legal alguna y sin que sus familiares supieran de su destino.

Luego de someterla a los tormentos y vejaciones acostumbradas por los militares de la dictadura, Deheza fue trasladada al penal de Villa Devoto, donde encerraron a la mayoría de las mujeres, hasta que el 21 de septiembre de 1983 fue puesta en libertad.

"La salida fue por un mecanismo extraño que usaban. Los familiares de quienes quedaban libres informaron a otros que debían pedir una visita con la detenida. En mi caso se la concedieron y cuando me fueron a visitar salí en libertad con ellos, sin más trámite", explicó.

"La época de la militancia fue la época más feliz que tuve" dijo Deheza y consignó también el nacimiento de su hija, quien "colma" su vida.

Agregó que "en esa época se podía pensar en otro país más justo y hoy es un honor ser parte de esa generación que dio todo por este país... no sé si se repetirá algo así en Argentina. El ser parte de eso me reivindica y me hace seguir adelante, y hoy me toca estar acá como parte del gobierno en la lucha".

Confesó que cada vez le cuesta más referirse a este pasado, porque "en la medida en que pasan los años es peor", y señaló que en el país hay una situación "paradigmática" en el caso de Julio López.

"Por un lado la búsqueda es incansable y por el otro el caso demuestra que los grupos de tareas siguen funcionando. El Estado nacional debe garantizar la seguridad de los testigos y continuar con los juicios de la verdad", sostuvo.

Comparó la militancia de los años 70 con la actualidad política: "entonces uno era un ser extraño si no participaba en un partido, asociación vecinal o cualquier espacio. Pero hoy es a la inversa, es un bicho raro quien tiene pertenencia política", señaló.

Dijo que sigue "creyendo profundamente en la política" y que "deben transformarse los partidos políticos, deben ser herramientas de cambio como eran entonces".

En su labor legislativa tiene un fuerte compromiso con el trabajo por los derechos de la niñez y adolescencia, y también en la lucha contra la trata de personas y la violencia contra la mujer.

"Son temas tabú, que en Tierra del Fuego tienen casos concretos" afirmó y agregó que también apunta su tarea a prevenir el turismo sexual y la pornografía infantil.