Cuando hay crisis económica se disparan los opositores porque los ‘futuros’ trabajadores quieren cierta seguridad, esa que una empresa privada no le otorgará.
Y ya sea una posición importante o una oposición menos relevante, lo cierto es que, respondiendo a la lógica, se multiplican los aspirantes a funcionarios del Estado. Eso mismo ocurre con los que pretenden ser diplomáticos.
En esta convocatoria hay 45 plazas. Los que tienen que examinar a estos candidatos a la Diplomacia están que trinan: hay ocho aspirantes por plaza disponible. Eso solo alarga notablemente la oposición.
Por cierto, la mayoría de los estudiosos son mujeres.