Rajoy: ni apologético ni integrista

 No les va a gustar a algunos... a algunos de fuera y a algunos de dentro de su partido, pero Mariano Rajoy no fue en “Tengo una pregunta para usted”, de TVE, ni un apologético ni un integrista. Se esforzó por ofrecer una imagen de tranquilidad ante la tormenta económico-financiera-social que vivimos, aceptó con estoicismo las repreguntas constantes y cortantes y las preguntas-trampa que le formularon y se esforzó por dar la imagen del centrismo moderado en el que se ha empeñado en llevar a su partido. Y eso no gusta. No gusta al PSOE, porque por ahí Rajoy podría arañar los votos que necesita para pasar de alternativa a Gobierno. Y no gusta, paradójicamente, en sectores del PP, que esperan, quieren y desean el integrismo apologético en vez de la fuerza del pacto y de la razón.

Rajoy ha estado moderado en TVE, acaso demasiado pausado o excesivamente lento en algunas cuestiones. Pero en esta ocasión iba preparado... e iba preparado para decir lo que quería decir y cómo lo quería decir. Ha recalcado su oposición frontal a la política económica del Gobierno, pero lo ha hecho desde la lógica política, con argumentos de ida y vuelta: “Sería antipatriota apoyar medidas económicas que yo creo que son malas para España”, con lo que abofetea, de paso, al presidente Zapatero, que le acusó hace un año de antipatriota por hablar de problemas económicos. Dicho lo cual, la base de esperanza: no se preocupen por sus ahorros que están garantizados por ley. Punto primero. Y punto segundo: estamos mal, pero de ésta salimos.

Rajoy iba con argumentos. No ha utilizado a su famosa ‘niña’ –afortunadamente para él y para la ‘niña’- porque en esta ocasión no lo necesitaba. Y hasta ha sabido salir de cuestiones sociales tan espionas como la ampliación de la ley del aborto, la terrible cuestión de la inmigración, la investigación con células-madre o el testamento vital. Esas cuestiones están en profundo debate en su propio partido, pero ha podido –esta noche al menos- relativizar posiciones.

No ha gustado a muchos su defensa encendida de Federico Trillo con el Yak-42. ¿Qué compromisos tiene Rajoy con Trillo? Ése, quizá, haya sido su gran punto flaco.

En definitiva, Rajoy gustará ideológicamente o no, pero en la noche del lunes ha hecho un desplante a los integristas y ha ganado en moderación.