Berlusconi anunció en una conferencia de prensa que Italia había rechazado ofertas de ayuda humanitaria inmediata para las víctimas del terremoto, que provocó la muerte de 260 personas, de acuerdo a las últimas cifras reportadas, informó Reuters.
Sin embargo, Berlusconi dijo que habló con algunos líderes extranjeros sobre un plan para que los gobiernos financien de manera individual la restauración de una iglesia específica o un sitio de patrimonio cultural que ha sido dañado o destruido.
"El nombre del sitio sería cambiado en honor a la nación que ayudó en restaurarlo, por ejemplo 'La Iglesia Estadounidense'", señaló Berlusconi en L'Aquila, la localidad más afectada.
Fuentes diplomáticas indicaron anteriormente que Berlusconi mencionó la idea al presidente estadounidense, Barack Obama, a través de un llamado telefónico realizado el martes y que Obama expresó su interés en la iniciativa.
El sismo destruyó parte de algunas iglesias menos conocidas, pero igualmente importantes, y provocó leves daños en los baños romanos de Caracalla, a 100 kilómetros de epicentro.
El Ministerio de Cultura dijo que el seísmo había destruido parte de al menos cuatro iglesias románicas y renacentistas, además de un castillo del siglo XVI.
Una sección de la nave de la Basílica de Santa Maria de Collemaggio, una de las iglesias mejor conocidas del área, colapsó.
El edificio, con una fachada de color blanco y rosa hermosamente decorada que combina estilos de la arquitectura románica y gótica, fue la sede de la coronación del Papa Celestino V en 1294 y atrae a miles de peregrinos cada año.
Hacia el norte, la torre de campana de la elegante basílica renacentista de San Bernardino también sucumbió.
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