Eduardo Rózsa Flores, de 49 años, uno de los tres supuestos terroristas abatidos la madrugada del jueves por la Policía de Bolivia, combatió en la guerra de los Balcanes, que dividió a la ex Yugoslavia en la década de los ’90 y por la secesión de Croacia, según información que circula en la internet.
Hijo de de húngaro de ascendencia judía y un comunista convencido y de la boliviana Nelly Flores, que profesaba la religión católica, Rózsa, nacido en Santa Cruz en 1960, “terminó comandando la Brigada Internacional, en la guerra de los Balcanes con más de 380 soldados llegados de más 20 países, para luchar por la independencia de Croacia”, dice un informe en el blog del mismo Rózsa en la red mundial electrónica.
“Estamos investigando pero por lo que él refiere dentro de su profesión es militar, no se sabe hasta qué grado llegó, es de Cochabamba y vivió un tiempo en Croacia”, confirmó el fiscal Jorge Gutiérrez en La Paz. Rózsa figuró en una lista preliminar evacuada por la Policía como Jorge Hurtado Flores.
El rumano Mayarosi Ariad y el irlandés Duayer Michel Martin son los supuestos terroristas abatidos el jueves, junto a Rózsa en un hotel de Santa Cruz, durante un enfrentamiento armado con la Policía boliviana.
Los dos europeos y el boliviano, alojados en el cuarto piso del Hotel Las Américas, en el centro de Santa Cruz, contestaron con fuego nutrido a una operación policial y en la refriega fueron abatidos, de acuerdo con informes de Policía.
Los choques armados se prolongaron por cerca de media hora, lapso después del que fueron aprehendidos sus cómplices, el boliviano Mario Tadik y el húngaro Iedad Toazo, luego trasladados a La Paz.
En medio de una operación de altísima seguridad, los detenidos fueron ingresados cerca del mediodía en los calabozos de la Fiscalía de La Paz, donde aguardan un sumario judicial.
Mientras la Policía y Fiscalía boliviana desencadenaban una gran investigación, para terminar de desarticular la célula terrorista, la pericias de policía desatadas este mismo jueves en Santa Cruz condujeron a un depósito de la Cooperativa de Teléfonos de Santa Cruz (Cotas, autárquica) en el campo de la Feria de Exposición Santa Cruz (Fexpo), que organiza la privada Cámara Agropecuaria, de Industrias y Comercio (Cainco), donde se halló un arsenal que las autoridades bolivianas suponen iba a ser utilizado para perpetrar diversos atentados terroristas en el país, sumido en una ambiente electoral a ocho meses de los comicios generales en el país.
En el depósito se encontraron varios cilindros de C-4, un explosivo de alto poder expansivo y de uso exclusivo militar, que no se fabrica en Bolivia.
La operación antiterrorista, por parte de un cuerpo de élite de la Policía de Bolivia, se registró horas después que desconocidos explosionaran un artefacto en las puertas de la residencia del cardenal boliviano Julio Terrazas, sin causar más daños materiales.
El presidente Evo Morales, que asiste a la Cumbre de la Alternativa Bolivariana para Latinoamérica y El Caribe en Cumaná, Venezuela, y el vicepresidente Alvaro García Linera, en La Paz, denunciaron por separado un plan terrorista para asesinarlos.
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