"Creemos en un capitalismo nacional y en la necesidad de la intervención del Estado en áreas específicas, pero no vamos a salir a estatizar empresas", declaró el ministro argentino del Interior, Florencio Randazzo, al diario bonaerense Clarín.
En tanto, anoche el canciller argentino, Jorge Taiana, se comunicó telefónicamente con su par venezolano, Nicolás Maduro, para transmitirle la posición de su país en torno a este asunto, dijeron fuentes oficiales consultadas sin dar más precisiones.
Las nacionalizaciones anunciadas la semana pasada por el presidente venezolano, Hugo Chávez, "son decisiones soberanas y se respetan, pero nos preocupa la suerte de las empresas argentinas en el exterior", manifestó Randazzo.
El sábado, el ministro de Planificación de Argentina, Julio De Vido, había asegurado que Buenos Aires respeta "la decisión soberana" de Venezuela, pero que protegerá "los intereses" del grupo Techint.
De Vido, quien tiene fluidos contactos con las autoridades venezolanas, citó como ejemplo la actitud del Gobierno de Cristina Fernández cuando se nacionalizó Sidor, subsidiaria del grupo siderúrgico argentino en Venezuela.
Techint acaba de alcanzar un acuerdo con las autoridades venezolanas para cobrar 1.970 millones de dólares por el paquete accionarial de control que tenía en Siderúrgica del Orinoco (Sidor).
Chávez anunció el jueves último en Caracas la nacionalización de cinco empresas del sector siderúrgico, entre ellas Tavsa y Matesi, en las que Techint tiene mayoría, y el Complejo Siderúrgico Guayana, en la que el grupo es accionista minoritario.
La decisión sorprendió a Techint, según sus directivos, y fue motivo de generalizado rechazo para las asociaciones empresariales argentinas y hasta para la Confederación General del Trabajo (CGT), el mayor sindicato de este país suramericano.
Si (
No(
