Sea cual sea el resultado de las elecciones, quienes saben apuntan ya que la presidencia del futuro Parlamento Europeo está ya ‘repartida’ entre los dos principales grupos, el Popular y el Socialista. Los dos primeros años y medio estarán muy probablemente presididos por el polaco
Jerzy Buzek (1), y los otros dos años y medio, por el presidente del grupo socialista europeo, el alemán
Martin Schulz (2). Ello nada tiene que ver, naturalmente, con quién vaya a ser el presidente de la Comisión, cargo para el que
José Manuel Durao Barroso (3) sigue aspirando a la reelección (en realidad, una negociación de pasillos), mientras que los socialistas, con la excepción de portugueses y españoles, apuestan por el final del mandato de Barroso, dudando conceder la alternativa entre el danés Poul
Nyrup Rasmussen (4) y el ex primer ministro belga
Guy Verhofstadt (5).
Todo está, como se ve, atado y bastante bien atado en los peligrosos meandros de la euroburocracia, ¿o deberíamos decir en las aguas cenagosas de la europolítica?