Eran las dos de la mañana, y en el bunker del Frente Para la Victoria ya ni los más optimistas soñaban con dar vuelta un resultado totalmente inesperado. La incógnita a esa hora era saber si alguien iba a aparecer en el recinto para explicar lo sucedido. En la sala de prensa algunos pocos seguidores del kirchnerismo, con los nervios lógicos de saberse derrotados hasta se animaban a cuestionar los títulos elegidos por los periodistas que describían la situación que se estaba viviendo en el Hotel Intercontinental. Los rumores sobre el estado en que se encontraba el ex presidente estaban a la orden del día…que había gritado, que el hijo lo había consolado, que se la había agarrado con Massa y con Scioli, todos datos imposibles de corroborar.
De repente, y por décima vez, anunciaron que había llegado el momento en que los candidatos iban a hacer su presentación. Pero esta vez era cierto.
Kirchner, Scioli, Massa, Randazzo, y Balestrini fueron los que le pusieron el pecho a la situación y si quedaba alguna duda sobre el estado de ánimo que tenían, las caras de Massa y de Scioli lo decían todo. Ellos, acostumbrados a regalar una sonrisa, lucían desencajados como nunca.
Ya el propio Kirchner tuvo que parar a sus simpatizantes de mal modo, para que lo dejaran hablar, y, aunque en el transcurso de su discurso, estuvo por momentos algo nervioso, a medida que pasaba la charla, se fue soltando y pudo mencionar algunos de sus latiguillos que fue celebrado como si se hubiese triunfado por parte de sus seguidores.
En sus palabras pidió “no dramatizar las cosas” y sorprendió a los presentes cuando felicitó a los triunfadores y señaló que "hemos perdido por muy poco, luchado con dignidad, hemos ganado en muchas provincias y estamos en camino para retomar la iniciativa y profundizar la gobernabilidad".
Ya de entrada nomás tuvo su primera crítica para la prensa y cuestionó a "Los responsables que escribían sobre el fraude” y ahora “ven que nosotros volvimos a demostrar cristanilidad, si el peronismo hubiera ganado por dos puntos dirían que hubo fraude"
Kirchner se conformó con que en esta no hubo "grandes ganadores" y puso como ejemplo la elección del PRO en la Capital "que fue bastante pobre" en comparación a la anterior, y justificó su aseveración con que fue una elección muy difícil para quienes están gobernando
A los sectores de la oposición les dijo que "cuando se gana por amplia mayoría dicen que está en juego la gobernabilidad, ahora esos sectores tendrán que demostrar que tienen madurez para garantizar la gobernabilidad".
En sus últimas palabras fueron de optimismo de cara al futuro donde manifestó que "vamos a profundizar la gobernabilidad para ser una alternativa clara en 2011"
El ex presidente luego de sus palabras respondió algunas preguntas de la prensa –algo inusual en el oficialismo- y no perdió oportunidad de criticar al sector rural, y consultado sobre como va a ser el trato con la oposición afirmó que “Una cosa es el diálogo, y otra renunciar a los principios”.
Así entre la admiración de sus seguidores finalizó la jornada en el Hotel Intercontinental, con la imagen impensada
La polarización a la que apeló la Unión PRO dio sus resultados, ya que muchos anti Kirchneristas votaron a De Narváez con el objetivo de que pierda Kirchner, y, si esos votos hubiesen ido para Margarita Stolbizer el ganador hubiera resultado el ex presidente.
Aunque lo que no pudo dar vuelta en ningún momento fue el voto del campo, donde en todas las localidades donde se desarrolla la actividad agropecuaria, el kirchnerismo se ubicó muy por detrás de De Narváez y de Stolbizer.
Este mensaje de las urnas deberá ser tenido muy en cuenta por el oficialismo de cara al 2011, ya sin quórum propio en las Cámaras de Senadores y Diputados, y si son ciertas las aspiraciones de presentarse en las presidenciales, deberán tener un mensaje menos confrontativo y apelar al diálogo, que sin a lugar a dudas fue lo que le permitió a la fórmula de Unión PRO conseguir la victoria.
Para De Narváez "el cambio empieza hoy"
“Dijimos que iba a llegar un cambio y ese cambio es hoy”, lanzó De Narváez en el inicio 
de su discurso.
“Agradezco a todos los ciudadanos de la provincia que fueron a votar, demostrando la vocación de participar activamente”, remarcó.
De Narváez agregó que “es el momento de ir resolviendo día a día cada uno de los problemas de nuestra provincia. Vamos a trabajar para bajar los precios, para defender el verdadero capital nacional y a cada uno de los productores del campo”.
“Lo que hoy nos preocupa es transmitirle un mensaje de tranquilidad a los argentinos, que sepan que estos resultados no llevan a ninguna crisis, sino a una vocación de legislar bien, de darle un debate a las ideas, a los proyectos”, agregó el principal candidato de Unión-PRO en la provincia de Buenos Aires.
Y agregó: “Muchos dirigentes políticos queremos que el gobierno sea exitoso hasta diciembre de 2011”.
Respecto de su campaña, resaltó que “lo que hicimos diferente fue hablarle a la gente; por eso, en los comerciales les decíamos que le estábamos hablando ‘a vos’”.
Por su parte, Felipe Solá indicó que “hago votos para que el federalismo, la defensa de cualquier forma de producción y trabajo y la unión nacional sean los elementos centrales que nos saquen adelante”.
Mauricio Macri remarcó que hay que terminar con la “confrontación innecesaria” y dijo que “viene una nueva etapa porque los argentinos quieren ir para adelante”.
El jefe de gobierno porteño señaló que los ciudadanos quieren “un Estado potente que realmente genere oportunidades” y convocó a los intendentes de todo el país a sumarse al proyecto de Pro para “llenar de empleo la Argentina y hacer realidad esta oportunidad”.
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