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Cientos de obreros en huelga protagonizaron el jueves manifestaciones en los estadios de la Copa del Mundo en Sudáfrica, y algunos lanzaron piedras a vehículos y transeúntes mientras exigen mejores salarios para los que construyen los estadios y estaciones de ferrocarril para el torneo del próximo año.
La policía dijo que no hubo heridos en el segundo día de la huelga.
El vocero de la unión, Lesiba Seshoka, dijo que 70 mil trabajadores participan en la huelga y señaló que la misma continuará hasta que los patronos cumplan con sus exigencias.
Los huelguistas piden un aumento de salario de 13%, mientras que los patronos sólo les ofrecen 10.4%.
Joe Campanella, de la Federación Sudafricana de Contratistas de Ingeniería Civil, que representa a las compañías constructoras, dijo que 25 mil obreros estaban en huelga el jueves; un aumento de los 11 mil del miércoles.
Las negociaciones para resolver la disputa salarial que detuvo las obras en los estadios del mundial comenzaron el jueves por la mañana y continuaban durante el día. El ministro del trabajo, Membathisi Mdladlana, se reunió con representantes de los sindicatos y de las compañías constructoras, al igual que con directivos del comité organizador local del mundial.
El temor es que una larga huelga pueda descarrilar las obras de construcción que deben estar listas a mediados de diciembre. El mundial comienza en junio de 2010, y se espera la visita de hasta medio millón de turistas.
El salario mínimo en Sudáfrica es de unos 200 dólares mensuales, pero las uniones se quejan de que algunos obreros ganan cerca de 1.50 dólares la hora, y otros cinco dólares a la semana.
Sudáfrica está refaccionando cinco estadios y construyendo cinco nuevos para el campeonato. Cuatro de los cinco inmuebles que serán reparados y uno nuevo en Puerto Elizabeth ya están listos. Los obreros también están trabajando en la construcción de un nuevo aeropuerto para Durban, plantas eléctricas y una línea de tren rápido desde el aeropuerto internacional hasta Johanesburgo y la capital Pretoria.
La violencia detonó el jueves en Ciudad del Cabo, donde los obreros a las afueras de una estación de ferrocarril en construcción comenzaron a lanzar piedras a transeúntes y vehículos, dijo el inspector de la policía November Filander.
La policía disparó una granada de ruido para dispersar a los trabajadores, que se unieron a otros huelguistas a las afueras del estadio Green Point que está a medio terminar. Las obras en el estadio, con capacidad para 68 mil personas, comenzaron tarde y su progreso ha sido atrasado por otras dos huelgas previas.
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