Según este testigo, estando bajo hipnosis Robert Graham había contado que la misma noche del crimen Tony Alexander King había acudido a su casa, visiblemente alterado y con síntomas de embriaguez, para decirle que había dejado abandonada inconsciente a una joven, a la que había golpeado y con la que había sido “muy duro”, según sus propias palabras.
Graham admitió después igualmente que había accedido a volver con King al lugar para ayudarle a desembarazarse del cuerpo de su víctima, aunque aseguró que sólo había accedido a ello porque el acusado le había amenazado con golpearle con un martillo.
Esta ayuda podría dar respuesta a la pregunta formulada ayer por la madre de la joven, Alicia Hornos, en un incidente en el que desde el público pidió directamente a un testigo que declaraba (agente de la Guardia Civil) que detallara la altura de la valla por la que fue arrojado el cadáver de la joven como supuesta prueba de que King no podía haberlo arrojado solo tras ella.
Volviendo al testimonio prestado hoy, el oficial de la Benemérita agregó que Graham dijo también en su confesión que sin saber exactamente cómo se encontró dentro de un coche, junto a King, una mujer a la que llamaban Dolly y otra persona más, y que vio como la tal Dolly apuñalaba por la espalda a alguien, sin poder explicar a quien, aunque el testigo descartó cualquier relación de estos personajes con Dolores Vázquez.
Tony Alexander King declaró en el juicio tras Alicia Hornos, madre de la joven asesinada, la primera testigo que subía al estrado, por el que después pasarán en principio otras once personas, entre ellas Antonio José Jurado Trujillo, novio de Rocío, y dos miembros de la familia de la joven.
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