FAO apoya a los afectados por Tormenta Stan que afectó a Guatemala en el 2005

Junto al Gobierno de Guatemala, la FAO continúa apoyando a producir y comercializar sus productos a miles de familias afectadas por el paso de la Tormenta Stan en octubre de 2005.

“Después de ayudar a que las comunidades recuperasen su capacidad productiva, queremos apoyarlas a intensificar su producción e insertarse en los mercados locales,” explicó Luis Lobo, Oficial Técnico del Fondo Fiduciario España-FAO para América Latina y el Caribe, el cual financia el proyecto. 

“Este objetivo, que busca integrar las respuestas de emergencia con el desarrollo posterior, está en el centro de la estrategia de la FAO para promover la seguridad alimentaria en la Región” agregó.

Reconstrucción y desarrollo

Tras el paso destructivo de la Tormenta, el Gobierno de Guatemala decretó al país en estado de calamidad. Ante esto, la FAO implementó en noviembre de 2006 un proyecto de reconstrucción para apoyar a miles de familias afectadas, y permitirles recuperar sus activos a familias pobres en las cuencas del lago de Atitlán y el río Naranjo. Cumplido el plazo de la primera fase, el proyecto cubrió y superó sus metas propuestas inicialmente, al atender a más de 10 000 familias en más de 200 comunidades.

En la segunda fase del proyecto, la cual se inició en 2009, se busca fortalecer las dinámicas locales en dichas localidades, con énfasis en la producción intensiva agrícola y la producción artesanal.

“El énfasis de esta segunda fase está puesto en el fortalecimiento de la capacidad de producción y comercialización, fortaleciendo los sistemas productivos familiares mediante iniciativas en el sector agrícola pecuario y artesanías”, explicó Lobo.

El proyecto potenciará las estrategias productivas de las familias a través de transferencia tecnológica, capacitación y mejor acceso y utilización a los insumos, y mejorará sus estrategias comerciales y de acceso al mercado, para obtener una mayor parte de los ingresos generados en las cadenas de valor.

Habrá también un trabajo enfocado en mujeres, mayormente indígenas, para mejorar sus procesos productivos y de comercialización, y se dará apoyo a las familias para mejorar sus sistemas productivos familiares de autoconsumo y así asegurar la disponibilidad y diversidad de alimentos.

El territorio de acción está dentro de las cuencas del lago de Atitlán, en el Departamento de Sololá, y río Naranjo en el departamento de San Marcos, en las que se tendrá la participación de más de 1 300 familias vinculadas a diversas organizaciones para la comercialización de sus productos agrícolas o artesanales, y la participación de 2 000 familias en el fortalecimiento de sus sistemas productivos de autoconsumo.

La segunda fase del proyecto tiene duración prevista de 24 meses y presupone una inversión de 2,5 millones de dólares USD, de los cuales la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID) proveerá  2 millones, y 460 000 dólares USD vendrán del Gobierno de Guatemala.

Resultados de la I Fase

La primera fase del proyecto se planteó dos objetivos específicos, que fueron cumplidos con éxito: recapitalización de activos productivos de autoconsumo y la restauración de la infraestructura productiva.

Se restauraron sistemas de riego, por lo que 453 familias reactivaron su producción de hortalizas en 128 hectáreas de terreno. Se apoyó a productoras de hongos ostra, reconstruyendo sus unidades de producción; artesanas recuperaron materiales y equipo para la producción de textiles, y apicultores recuperaron sus colonias productoras de miel.

Se logró que más de 8 792 familias recuperaran sus activos de producción para el autoconsumo dotándolas de semilla, material vegetativo, insumos y herramientas. Además, se apoyó la implementación de prácticas de producción de alimentos a nivel de huertos de hortalizas familiares, la  crianza de aves de patio, la siembra de árboles frutales, el cultivo y utilización de plantas medicinales, el mejoramiento de semillas de maíz y frijol.