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Repaso a un año turbulento

1969, el final de una década prodigiosa

martes 11 de agosto de 2009, 15:38h
En este mes de agosto estamos celebrando el 40 aniversario de uno de los acontecimientos musicales más multitudinarios y populares del Siglo XX, el Festival de Woodstock. Pero para evaluar ese acontecimiento es necesario ponerle en correlación con su época y 1969 no fue un año cualquiera, menos de un mes antes del inicio del Festival, el 21 de julio, el hombre había llegado a la Luna.

1969 fue no sólo el final de los 60 sino el del sueño hippie. Este movimiento había surgido a mediados de los 60 en San Francisco, concretamente en Haight Asbury, un distrito de la ciudad donde jóvenes seguidores de la generación beat, comenzaron a vivir comunalmente y experimentar con las drogas, principalmente con ácido lisérgico (el popular LSD) para alcanzar lo que Aldous Huxley había llamado las Puertas de la Percepción. Entre estos hippies primigenios se encontraban los Grateful Dead o Jefferson Airplane, grupos que vivirían la eclosión del movimiento en 1967, en el conocido como “Verano del Amor”. La industria descubría que lo hippie vendía y numerosas compañías discográficas aparecieron por San Francisco para fichar nuevos talentos.

En 1968 el mayo francés se traspasó al resto del mundo y le dio al movimiento hippie una mayor carga ideológica. Cogían fuerza los Panteras Negras y el movimiento de Abbie Hoffman, juzgado en 1968 por los disturbios en la convención demócrata. Las protestas contra Vietnam se recrudecían y solían terminar en disturbios. En noviembre de 1968 Richard Nixon era elegido presidente de los EEUU.

En 1969 el ambiente se presentaba turbulento, el 28 de junio de ese año se producían los incidentes de Stonewall en Nueva Cork, los homosexuales se rebelaban contra la represión al grito de “¡Gay Power!” dando paso a una fecha que a día de hoy todavía es celebrada como el Día del Orgullo Gay. En julio se estrenaba “Easy Rider”, el hippiesmo llegaba a Hollywood. Una nueva generación de actores y directores cogen las riendas de la Meca de los Sueños. La heroína sustituye al ácido como la droga más popular.



La generación de la paz y el amor comienza a tener pesadillas, la imagen a esa pesadilla la pondrá Charles Manson, un ex presidiario que ha pasado a convertirse en una especie de Gurú en Los Ángeles, a su alrededor un grupo de jóvenes hippies caerá rendida bajo el hechizo de un hombre que se creía un nuevo Mesías. Totalmente impactado por el “Doble Blanco” de los Beatles, Manson creerá que estos le mandan mensajes a través de sus canciones. En especial “Piggies” y “Helter skelter” le llevarán hacia la creencia de que se aproxima una guerra racial en la que los negros aplastarán a los blancos guiados por los Panteras Negras. El 8 de agosto manda a cuatro miembros de su “familia” a asesinar a Sharon Tate, esposa del director Roman Polanski, y a sus tres invitados. A la noche siguiente la “familia Manson” acababa con otra pareja en su residencia de Los Ángeles. No sería hasta diciembre cuando Manson fuese relacionado con los crímenes, pero esas eran las vibraciones que había cuando el 15 de agosto comenzó el Festival.

Woodstock fue el acontecimiento musical de un año que dio mucho de sí para la mitología rock. En enero los Beatles se subieron al tejado de los estudios Abbey Road de Londres y dieron su primer concierto en casi tres años, también fue el último. Ese mismo mes sacaban su primer disco el grupo que iba a dominar popularmente la siguiente década, Led Zeppelin. También fue el año en el que debutó un jovencito de 10 años llamado Michael Jackson, “I want you back” fue una de las mejores canciones del año. Los Who sacaban su primera Ópera Rock, “Tommy” y se convertían en la sensación del momento con su presentación en directo. Por otra parte los Stones publicaban “Let it bleed” (Déjalo sangrar) una respuesta sardónica al “Let it be” (Déjalo estar) de los Beatles. El disco contenía una canción que definía muy bien su época “Gimme shelter”. La tormenta se avecinaba y los Stones pedían cobijo, algo profético si tenemos en cuenta que 1969 se cerró con el Festival de Altamont con los de Mick y Keith de protagonistas.



Los Stones habían tenido un año muy movidito, durante la grabación de Let it bleed habían echado del grupo a su fundador, Brian Jones, después éste se ahogó en su piscina y los Stones montaron un gigantesco concierto en el Hyde Park de Londres para celebrar a su compañero. El éxito de organización les llevó a pensar que para su gira norteamericana iban a realizar el Woodstock de la Costa Oeste. Se organizó un evento gratuito para diciembre en un velódromo abandonado en Altamont. Entre los grupos participantes los Flying Burrito Brothers de Gram Parsons, Santana, Jefferson Airplane, Grateful Dead y como cabeza de cartel los Rolling Stones. Para encargarse de la seguridad se recurrió a los Ángeles del Infierno, una idea que se demostró equivocada desde un principio. El ambiente era tenso, los Ángeles golpeaban una y otra vez a la gente, e incluso agredieron a Marty Balin de los Jefferson Airplane cuando estaban en el escenario. Pero lo peor estaba por llegar cuando durante la actuación de los Stones un espectador llamado Meredith Hunter fue acuchillado por uno de los Ángeles del Infierno. Era el seis de diciembre de 1969 y ya no hubo que esperar a las campanadas del 31 para saber que la década había muerto con Meredith.

Pero no nos quedemos con lo más negativo, disfrutemos con algunos de los mejores momentos de aquel turbulento 1969:

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