Abdala dijo esta semana que cree que “analizar como hipótesis de trabajo la ruptura de relaciones diplomáticas como eventual acción si todo sigue empeorando. Basta ver en televisión las expresiones cada vez más excitadas de los asambleístas para ir pensando en serio en este tema. Y creo que desde la oposición donde uno tiene más margen que desde el gobierno para ver la realidad toda, uno puede decir estas cosas con una gran convicción. Creo que la cancillería tiene que empezar a analizar estos temas”.
Inmediatamente, desde el también opositor Partido Nacional y desde el gobernante Frente Amplio se rechazó esa posibilidad. El senador nacionalista y ex canciller, Sergio Abreu, dijo a El Espectador que “Uruguay, sobre todo con Argentina, tiene que manejarse con mucha firmeza y con mucha prudencia, no plantear situaciones de máxima cuando tiene una cantidad de caminos” intermedios. “Yo no lo descarto, pero hay un margen que el gobierno uruguayo debería empezar a profundizar, debe seguir insistiendo a nivel internacional sobre la actitud argentina, pero no hacer un planteo tan rápido o tan intempestivo como una ruptura de relaciones, porque estamos ante un gobierno argentino imprevisible en las reacciones que puede manejar”, agregó.
El planteo de Abdala y el análisis de Abreu tienen como contexto la disímil reacción del gobierno de Néstor Kirchner ante distintos piquetes o cortes de ruta. Mientras se tolera –y hasta se estimula, según distintos actores uruguayos-, el corte ininterrumpido desde el 20 de novimbre de 2006 de la ruta que lleva al puente binacional que une las ciudades de Gualeguychú y Fray Bentos, se reprime duramente otras protestas de este tipo en el resto del país. El último ejemplo es la muerte de un maestro víctima de la represión policial en la provincia de Neuquén, cuando intentaban cortar una importante ruta turística del sur argentino por un reclamo salarial.
En tanto, el canciller uruguayo Reinaldo Gargano fue enfático al considerar “insensato” un rompimiento de relaciones con Argentina. "No solo sería poco conveniente, sino insensato, en el marco de las relaciones políticas y comerciales que datan de más de 170 años", afirmó. “El país que contribuya a agravar el diferendo, pierde y nosotros queremos tratar de ganar, porque creemos tener la razón", agregó.
El 19 y 20 de abril, representantes de Argentina y Uruguay se reunirán en Madrid en el marco de la facilitación del diálogo emprendida por el rey Juan Carlos. Ambos gobiernos han adelantado que irán a ese encuentro con las mismas propuestas que los han enfrentado en los últimos años. Argentina exigirá la relocalización de la planta. Uruguay no considera que se pueda negociar la ubicación de la planta. Sí ofrece un monitoreo ambiental conjunto de su operativa.