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Localizan el cadáver de un empresario desaparecido

viernes 14 de agosto de 2009, 11:08h
Agentes de la Policía Nacional han participado en una operación conjunta con la policía hondureña que ha permitido localizar el cadáver de Ángel García Rubio, un empresario español desaparecido en el país centroamericano el pasado 21 de mayo. Tres agentes españoles se desplazaron hasta la zona para iniciar las labores de búsqueda. La investigación se ha saldado con la detención de cuatro personas relacionadas con este homicidio.
El día 25 mayo el padre del empresario denunció la desaparición de su hijo en la comisaría del distrito de Fuencarral-El Pardo. Desde un primer momento se consideró poco probable que se tratase de un secuestro por la inexistencia de petición alguna de rescate. A pesar de ello, tres especialistas de la Policía Nacional se trasladaron hasta Honduras, concretamente dos agentes de la Sección de Secuestros y Extorsiones de la UDEV Central y un miembro del GEO.

Llegados a Comayagua, localidad hondureña donde se produjeron los hechos, los agentes españoles confirmaron con la familia y la policía de aquel país que nadie había exigido rescate alguno para su liberación. Por este motivo las autoridades hondureñas otorgaron a este caso la consideración de desaparición y no la de secuestro.

Durante su estancia en el país centroamericano, los especialistas españoles iniciaron varias líneas de investigación, centrando finalmente sus indagaciones sobre la figura de un guardaespaldas contratado meses atrás por la víctima. Tras varias semanas de trabajo, los agentes comisionados regresaron a España con el compromiso de las autoridades policiales hondureñas de continuar la línea de investigación iniciada, cuando el volumen de trabajo y la situación lo permitiese. El pasado seis de agosto se recibió una información del Grupo de Antisecuestros de Honduras, manifestando que había una serie de avances en la investigación. Confirmaban que una de las personas involucradas en la desaparición era el referido guardaespaldas, principal investigado por la policía española.

Exhumación del cadáver
Dos días más tarde, el ocho de agosto, la policía hondureña comunicó a los responsables españoles la exhumación de un cadáver en una propiedad privada del municipio de la Villa de San Antonio, cercana a la ciudad de Comayagua. Debido al avanzado estado de descomposición en el que se encontraba el cuerpo aún no había sido posible su identificación. Durante todo el día se mantuvieron contactos telefónicos con los responsables de la investigación en Honduras, confirmándose finalmente que los restos hallados pertenecían a Ángel García Rubio, y que su cuerpo había sido trasladado al Instituto de Medicina Legal de Tegucigalpa. El cadáver apareció enterrado a unos cincuenta centímetros de profundidad, y portaba la alianza matrimonial y la ropa que vestía cuando desapareció.

Junto con la aparición del cadáver, la policía hondureña comunicó también que, tal como  sospechaban los agentes españoles desplazados, el guardaespaldas había participado en los hechos, siendo arrestado por este motivo. Además fueron arrestadas otras tres personas implicadas en el homicidio, el autor intelectual y dos jóvenes delincuentes locales contratados para matar al ciudadano español.

Explicaciones
El inductor del homicidio era una persona de confianza de García Rubio y gestionaba varias propiedades y una cuenta bancaria cedidas por éste. El objetivo de esta cesión era evitar una posible intervención judicial derivada de un litigio mantenido por la víctima con su mujer. Según se extrae de la investigación de la policía hondureña, el depositario de estos bienes había realizado un uso indebido del dinero y decidió acabar con la vida del ciudadano español para no tener que darle explicaciones.

El 21 de mayo, este sujeto acordó una cita con Ángel García para mostrarle unos terrenos en el municipio de Villa de San Antonio. Posteriormente, acompañado de otro individuo, pasó a recogerlo la tarde de su desaparición en un vehículo de color negro. Finalmente, mientras ambos inspeccionaban la zona que habían ido a visitar, los cómplices ejecutaron con varios disparos al español. Luego procedieron a abrir una fosa y colocaron en su interior el cuerpo de García Rubio, despojándolo previamente de sus pertenecías: un teléfono móvil, una cadena de oro, un reloj, un revólver y dinero en efectivo.

Según informaciones de la policía de Honduras, el autor intelectual del homicidio es propietario de una farmacia. En este lugar se comprobó que había sido quemado el pasaporte del empresario y se hallaron las llaves de su coche, arrojadas en el interior de una cisterna por el dueño del local y responsable del homicidio.
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