Kurosawa: repaso a la obra del Emperador del Cine

El Festival Internacional de Cine de Venecia homenajeará a Akira Kurosawa durante su 66ª edición, que se celebra del 2 al 12 de septiembre próximos, en vísperas del centenario del nacimiento del cineasta japonés, que se conmemorará el próximo 23 de marzo.

En un comunicado de prensa, la organización de la Mostra informa de que en virtud de este homenaje el 6 de septiembre se celebrará una mesa redonda de debate sobre la vida y obra del japonés, ganador de un Óscar honorífico por su trayectoria en 1990 y fallecido en 1998.

El acto del Festival de Venecia viene motivado ya que fue este Festival el que descubrió a Kurosawa al público occidental con la concesión del León de Oro en 1951 a su película "Rashomon".

La historia del Emperador

"Rashomon" fue, efectivamente, la película que descubrió a Kurosawa al resto del mundo pero no hay que olvidar que el director ya llevaba varias películas a sus espaldas en su Japón natal. Las más destacadas de ese primer periodo fueron "El ángel ebrio" y "El perro rabioso" con las que iniciaría su legendaria colaboración con el actor Toshiro Mifune, una de las más fructíferas de la Historia del Cine.

Kurosawa es el director japonés más aclamado a nivel mundial pero lo curioso es que en Japón no siempre estuvo bien visto su cine al que se acusaba de demasiado 'occidental', Después de realizar 'Barbarroja' en 1965 su filmografía se distancia debido a problemas económicos, tras el fracaso comercial de "Dodes-ka-den" en 1970 tendrá que recurrir a financiación externa para rodar sus películas. "Dersu Uzala" la rodará en la URSS y sus siguientes proyectos contarán con la participación económica de una generación de directores que creció influenciada por sus películas, Lucas, Coppola, Scorsese o Spielberg.

Veamos 10 muestras del talento del que muchos consideran el mejor director de todos los tiempos:

Rashomon (1950): Una de las películas más influyentes de todos los tiempos, Kurosawa juega con el punto de vista y la verdad, ¿es lo que recordamos lo que realmente ocurrió? ¿Mentimos o nos autoengañamos? Estas son las preguntas que plantea esta historia contada por cuatro personas diferentes. Canónica.

Vivir (1951): Mi película favorita de Kurosawa y una de las más extrañas dentro de su filmografía. Aquí no hay samuráis ni cine negro sólo un Takeshi Shimura inconmesurable en el papel de un anciano al que diagnostican un mortífero cáncer y ante la inminencia de la muerte aprende a vivir. Uno de los mejores finales del cine. Una película que todo el mundo debería ver. Necesaria.

Los siete samuráis (1954): La obra más importante del director. La influencia de John Ford en un Japón medieval que se asemeja al lejano Oeste. Pero ante todo está la cámara de Kurosawa, una cámara que siempre está en el lugar idóneo, dando lecciones de como se rueda desde una batalla a una escena de amor. Insuperable.

Trono de sangre (1957): La primera adaptación de Shakespeare del maestro japonés. En esta ocasión las oscuras pasiones de Mcbeth se trasladan al Japón feudal. Nunca el bardo inglés ha sido llevado mejor a la pantalla que en las adaptaciones de Kurosawa, lo que prueba la universalidad del primero y la genialidad del segundo. La interpretación de Mifune es perfecta.

La fortaleza escondida (1958): Mucha de la fama de esta película viene por ser una de las grandes influencias de Lucas para realizar "La Guerra de las Galaxias", pero mucho más allá de las coincidencias (atención al origen de R2D2 y C3PO) se puede disfrutar de esta cinta como uno de los mejores ejemplos del cine de acción Kurosawa. Influyente.

Yojimbo (1961): También conocida por "El mercenario", Yojimbo podría ser perfectamente la película más disfrutable de la filmografía del director. Un gran western de samuráis de la que Sergio Leone sacaría "Por un puñado de dólares". Toshiro se encuentra con el papel de su vida. Muy entretenida.

Sanjuro (1962): La segunda parte de Yojimbo es tan disfrutable como la primera y eso es algo que muy pocas películas pueden decir. El duelo final es uno de los mejores momentos del cine de Kurosawa. Infravalorada.

El infierno del odio (1963): Una película que firmaría el mismísimo Hitchcock. Un clásico de cine negro y suspense con el que Akira demuestra su solvencia en todos los géneros. Ya lo había demostrado en películas tan notables como "Los canallas duermen en paz" pero aquí lo supera. No es tan conocida como otras películas del autor pero se encuentra entre las mejores del Emperador. Fabulosa.

Dersu Uzala (1975): Pocas películas han contado de manera más hermosa la amistad como la segunda película en color de Kurosawa. El gran humanismo del director japonés se demuestra a lo largo de toda su filmografía pero puede que "Dersu Uzala" sea el mejor ejemplo. Hermosa.

Ran (1985): Ran es una de las películas más fascinantes que se pueden ver, las imágenes en color que nos ofrece Kurosawa son tan poderosas que podríamos ver esta película cien veces y seguir fascinados. El argumento es una adaptación del "Rey Lear" de Shakespeare y, aunque parezca difícil, supera a la propia "Trono de sangre". Antológica.