Simancas promete rehabilitar 187.000 viviendas hasta 2015

Acompañado de Mangada durante una visita al barrio de Madrid Sur, en el distrito de Puente de Vallecas, Simancas se comprometió a poner en marcha un Plan de Renovación Urbana que permitiría "mejorar las condiciones de vida" de medio millón de madrileños y supondría una inversión de 538 millones de euros al año, la "parte mollar" de los 688 millones de euros anuales con los que los socialistas pretenden cumplir su Ley de Garantía al Acceso a la Vivienda.

El aspirante socialista, que reivindicó la "transformación urbana espectacular" que experimentó Madrid entre 1984 y 1995 con la remodelación de 13 barrios y más de 23.000 actuaciones, explicó que en la región existen actualmente 11.000 chabolas o viviendas que presentan "un estado ruinoso", 27.000 que precisan de "atención urgente", 37.000 que tienen "daños estructurales graves" y 40.000 que carecen de agua corriente o aseo.

Según los datos que manejan los socialistas madrileños, 120.000 de estas viviendas se encuentran en la capital, en los distritos de Centro, Arganzuela, Tetuán, Villaverde y Vallecas; 27.000 en la corona sur de la región; 10.000 en el este metropolitano; 5.000 en el norte y 3.500 en el oeste.

Sin chabolas
Tras apuntar que el objetivo de su Gobierno sería el de conseguir que "no exista ni una sola chabola o infravivienda en Madrid", Simancas explicó que su plan comenzaría por las 4.000 viviendas de Fuencarral, la UVA de Hortaleza, Canillas y el Alto del Arenal, cuya rehabilitación se comprometió en el Programa de Reordenación de Barrios de 1984 y "se interrumpió con la llegada del PP al poder".

Asimismo, destacó la necesidad de mejorar las condiciones de las colonias San Francisco Javier y Nuestra Señora de los Ángeles (Vallecas), Orcasitas, Orcasur y San Fermín (Usera), Ciudad de los Ángeles (Villaverde), los cascos históricos de Alcorcón y Parla, La Cañada (Coslada), Las Margaritas (Getafe), Los Alperchines (San Fernando de Henares), Parque Vosa (Móstoles) y San Francisco de Asís (Alcalá).

Estas actuaciones serían gestionadas por una Agencia Regional para la Renovación Urbana que se encargaría de dotar de un "carácter integral" a todas las actuaciones en materia de rehabilitación, garantizar que los nuevos edificios cumplen "criterios bioclimáticos y de eficiencia energética" y aplicar exenciones en el pago de impuestos a las subvenciones destinadas a rehabilitación y remodelación en viviendas situadas en Zonas de Rehabilitación Integral.

De igual modo, destacó la necesidad de aprovechar las ayudas que destina a esta materia el Gobierno de la Nación, que "ha multiplicado por tres la financiación para actuaciones de remodelación y rehabilitación", según Simancas, y ofrece 10 millones de euros al año a la Comunidad para desarrollar planes en este ámbito. "¿Qué hace el Gobierno de Esperanza Aguirre con este dinero?", se preguntó.

Mangada, consejero de Vivienda entre 1983 y 1991, explicó a Simancas, a través de una serie de paneles y fotografías, la transformación que experimentó el poblado de Palomeras hasta convertirse en el actual barrio de Madrid Sur, lo que que permitió la desaparición de alrededor de 15.000 chabolas.

Asimismo, criticó la "expansión indiscriminada" que, a su juicio, viene experimentando la región en los últimos años, que vinculó exclusivamente "al negocio del sector inmboliario" y aseguró que está generando "vertederos de viviendas" como Sanchinarro o Las Tablas y "magmas ingobernables de una fealdad horrorosa" como Arroyomolinos, Baodilla del Monte o Rivas-Vaciamadrid. También reclamó "el rearme político e intelectual" de los profesionales del urbanismo, al considerar que actualmente están "retraídos y metidos en la brillantez de su profesión".

En el acto, que se desarrolló mientras unos operarios del Ayuntamiento extendían estiércol en un jardín cercano, también participó el que fuera director gerente del Instituto de la Vivienda de Madrid (IVIMA) entre 1987 y 1992, Miguel Ángel Pascual, quien rememoró que antes del plan de rehabilitación emprendido por el Gobierno de Leguina Palomeras era "un islote de chabolas en un mar de trigo".