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Una pesadilla que al parecer se acerca a su fin

Una pesadilla que al parecer se acerca a su fin

viernes 25 de septiembre de 2009, 03:45h
El cabo del Ejército Nacional, Pablo Emilio Moncayo, ya casi cumple 12 años en poder de las FARC. Su secuestro ocurrió cuando contaba con 19 años de edad y actualmente el soldado tiene 21. Al parecer el drama que ha tenido que vivir su familia, y en especial su padre, Gustavo Moncayo, a quien han llamado “El caminante de la Paz” por las numerosas marchas y movilizaciones que ha realizado pidiendo la liberación de su hijo, parece acercarse a su fin.

Al menos así lo expresó la senadora Piedad Córdoba, quien, tras el recibimiento de la prueba de vida de Moncayo, afirmó que cree que en un mes podrían estarse presentando nuevas liberaciones: las anunciadas por las FARC desde abril pasado. A saber, la del cabo Emilio Moncayo, el soldado Josué Daniel Calvo y el cadáver del policía Julián Guevara, quien murió cuando estaba cautivo.

La noticia se conoce luego de que el pasado 19 de septiembre, el Gobierno, que anteriormente había autorizado a Córdoba para que oficiara como mediadora siempre y cuando fueran entregados unilateralmente todos los secuestrados en poder del grupo guerrillero, decidiera levantar tal condición y diera vía libre a la legisladora con el fin de que iniciaran los acercamientos con la Iglesia Católica y el Comité Internacional de la Cruz Roja, CICR.

De esta forma, el primer gesto de las FARC para destrabar el proceso fue la entrega de la prueba de supervivencia de Moncayo. Por ahora Córdoba reitera que lo más importante ahora "es avanzar en la logística de esas liberaciones y que acabemos este gota a gota desesperante para las familias".

Así mismo, la senadora afirmó que el grupo Colombianos y Colombianas por la Paz, CCP, que ella misma lidera, está preparando una carta dirigida a las FARC para concretar las liberaciones anunciadas y avanzar hacia un posible intercambio humanitario de rehenes por guerrilleros presos.


La prueba de supervivencia

En un video de aproximadamente cinco minutos, el cabo Pablo Emilio Moncayo, de quien no se conocían imágenes desde hace año y medio, hace un llamado al presidente colombiano, Álvaro Uribe, para que permita un proceso de liberación de rehenes.

"Señor presidente Uribe, abra la puerta que quiero ser libre. No es justo que se nos niegue más el derecho a ser libres", denunció Moncayo, quien agregó que confía en "no se sigan poniendo trabas" a su liberación y a la de los otros secuestrados.

A pesar de estar visiblemente agotado, ojeroso y más delgado de lo normal, el cabo asegura que desde aún está motivado y guarda las esperanzas de algún día recobrar su libertad. Además, reveló que desde hace cinco meses se encuentra aislado de sus compañeros y que su estadía en la selva continuamente pone su vida en peligro: "deambulo de un lado para otro por la selva, evitando bombardeos y ametrallamientos que ponen en peligro mi integridad".

Finalmente, Moncayo agradeció a los presidentes Hugo Chávez y Rafael Correa, así como a Piedad Córdoba y al resto de Colombianos por la Paz, sus gestiones para la liberación de los rehenes.

Tras conocerse el video, el padre del soldado secuestrado, Gustavo Moncayo, en medio de lágrimas, admitió su sorpresa ante el deteriorado estado físico de su hijo y admitió no haberlo reconocido en las primeras imágenes sino hasta en el momento en el que el secuestrado habló. Así mismo, la madre del cabo Moncayo, María Stella Cabrera, pidió a su hijo y a los demás secuestrados que "no se dejen morir" en la selva.

Por su parte, el Comisionado para la Paz, Frank Pearl, aseguró que “el Gobierno tiene la puerta abierta”. “Estamos a la espera de información de las FARC sobre las liberaciones prometidas”, comentó el funcionario.

Así mismo, para monseñor Juan Vicente Córdoba, Secretario General de la Conferencia Episcopal colombiana, “ahora solo falta que las FARC de una vez rápido digan dónde y cuándo se van a producir las liberaciones, porque la Iglesia católica, el Gobierno, la Cruz Roja y la senadora están ya listos".

Desde Nueva York, el presidente Uribe dijo que lo único que le corresponde opinar respecto de las pruebas, es que las FARC liberen a todos los secuestrados. "Que esos bandidos lo liberen ya", puntualizó el mandatario tras un almuerzo con inversionistas.


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