Una semana más el silencio se impuso en el Comité Ejecutivo del PP. Salvo el alcalde madrileño,
Alberto Ruiz Gallardón – para agradecer el apoyo a su “no victoria” en Copenhague-, y
Manuel Fraga - que dentro hizo comentarios distintos a sus explosivas declaraciones realizadas a la entrada- , ningún otro dirigente pidió la palabra tras el discurso de
Rajoy y la habitual intervención de
María Dolores de Cospedal.
Nadie se atrevió a preguntar nada sobre Valencia ni el caso Gürtel. Pero fueron muy comentadas las significativas ausencias de
Camps, que lleva varias semanas sin acudir a las reuniones, y de
Vicente Rambla, su ‘segundo’ en el Gobierno. De Cospedal restó trascendencia a este hecho y recordó que son muchos los presidentes autonómicos que no acuden a estas ‘cumbres’ “por cuestiones de agenda”, que es la excusa que puso Camps a la dirección del PP. Pero en Valencia le desmienten y aseguran que no tenía ningún acto importante que le impidiera viajar a Madrid.
Los que si estuvieron fueron otros dirigentes valencianos, como el secretario de Comunicación,
Esteban González Pons; el consejero de Economía de la Generalitat,
Gerardo Camps; y el ex diputado
José María Michavila, aunque ninguno de los tres intervino en la reunión.
Nueva llamada de Cospedal a Camps
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La número dos del PP reconoció, en conversación informal con los periodistas, que había vuelto a hablar “recientemente” – después de la misteriosa reunión de Camps con Rajoy en el Parador de Alarcón- con el barón valenciano pero no dio detalles del contenido de lo hablado, tan solo dijo que había una charla “cordial” como las que habitualmente mantiene con los demás dirigentes autonómicos.
Pero el caso Gürtel escuece cada día más y en Génova no saben ya cómo soslayar las preguntas de los periodistas. Tanto es así que el propio Mariano Rajoy evitó explayarse sobre el asunto dentro del Comité Ejecutivo y se refirió “muy brevemente” a él. Y lo hizo simplemente para pedir “clama” y reiterar lo dicho la semana pasada, que mantiene su “confianza en Camps” y le da “libertad para que actúe como crea conveniente”.
No obstante, en su comparecencia pública, la secretaria general del PP evitó en todo momento pronunciar frase alguna de la que pudiera desprenderse algún matiz diferente a los mensajes que ella misma ha estado lanzando a Camps y a la cúpula del partido en Valencia para que actúen “con libertad y contundencia”.
De Cospedal incluso llegó a anunciar que, según sus ‘noticias’ ya había sido aceptada la creación en el Parlament valenciano la Comisión de Investigación solicitada allí por el PP para que se investiguen las cuentas “de todos los partidos, son solo las del PP”. Pero no aclaró si con esa medida Génova se da por ‘satisfecha’.
La secretaria general de los populares se escudó también en que no había leído en profundidad el recurso interpuesto por la Fiscalía sobre el archivo del caso de los trajes de Camps para opinar sobre este extremo. Además, volvió a insistir que el informe policial en el que supuestamente se prueba que hubo financiación ilegal del PP en Valencia – y en Madrid- “no es otra cosas que eso, un informe. No está judicializado”.
El ejemplo de Merkel
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En su intervención interna, Rajoy se aferró como un clavo ardiendo a las encuestas que les dan entre 3,5 y 4 puntos de distancia con el PSOE comparando la situación de la cancillera alemana
Ángel Merkel que acaba de ganar en su país las elecciones con un apoyo ciudadano del 33% mientras ellos lo harían con un 40%, según estos sondeos. La escasa valoración como líder de Rajoy fue despachada luego por la secretaria general argumentando que es "normal" que los jefes de la oposición sean peor valorados que los lideres que gobiernan...
Claro que para el líder del PP lo importante es la distancia que les dan estos sondeos - excepto el CIS- ya que reflejan el claro cambio de tendencia que hay ya en nuestro país y la idea de que los ciudadanos perciben a su partido como una alternativa real ante las improvisaciones de
Zapatero y de su desnortado Gobierno, que no sabe cómo salir de la grave crisis económica. “Son datos muy importantes que demuestran que el voto del PP se consolida y nosotros vamos a trabajar en esa dirección”, sentenció después De Cospedal.
En relación al comprometido SMS enviado por el dirigente del PP catalán
Daniel Sirera, en el que opinaba que “este partido es una mierda”, De Cospedal tampoco quiso entrar a valorarlo y señaló que el afectado “ya ha dado abundantes explicaciones” por lo que "no hay tomada ninguna posición” para abrirle expediente. A renglón seguido, echó un cable a Sirera al decir que “no es de recibo que se viole la intimidad publicando el contenido de un mensaje privado”.
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