Mientras medios de comunicación de toda España se centran en el "Caso Gürtel", otros escándalos políticos de consecuencias similares parecen ser ignorados. Es lo que está ocurriendo en Sevilla con el denominado "Caso Mercasevilla" en el que el una trama de corrupción ha puesto en la picota al Ayuntamiento hispalense al filtrarse unas escandalosas cintas en las que dos directivos de la empresa pública pedían a unos empresarios (La Raza)cerca de medio millón de euros para concederle una subvención.A ello se suma la adjudicación irregular de unos terrenos municipales a la constructora Sando y el agujero financiero de un millón cien mil euros y otros 30.000 euros sin justificar de la Fundación Mercasevilla.
La jueza ha imputado ya a siete personas en la trama: el ex director y el ex director adjunto de Mercasevilla: Fernando Mellet y Daniel Ponce, a la directora de proyectos de esta misma empresa municipal, Regla Pereira y al delegado de Empleo de la Junta en Sevilla, Antonio Rivas, todos ellos imputados por cohecho; a Jorge Piñero, ex asesor juridíco de Mercasevilla y vicepresidente del Colegio de Abogados, a Victoria Bustamante, jefa de serviciode la Gerencia municipal de Urbanismo y consejera de Mercasevilla y José Antonio Ripollés, técnico de esta misma Gerencia, quienes junto a Mellet, están también imputados por prevaricación, fraude, exaccion ilegal de funcionarios y maquinación para alterar el precio de las cosas. Es escándalo es de tal magnitud que, pese a que la Junta guarda silencio y el Ayuntamiento trata de restarle importancia, está pasando factura al alcalde, Alfredo Sánchez Monteseirín, y a su socio, el portavoz de IU y primer teniente de alcalde, Antonio Rodrigo Torrijos. a quien la Fiscalía también estudia imputar por la fraudulenta venta de terrenos de Mercasevilla. La idea es solicitar la imputación de la comisión ejecutiva de Mercasevilla que en noviembre de 2008 realizó el estudio de la venta de los terrenos y la fórmula que debía emplearse para esa adjudicación que la magistrada considera fraudulenta.Aunque la Fiscalía de Sevilla asegura que la imputación no se ha hecho todavía, la fiscal jefe estudia el caso con el delegado de la Fiscalía anticorrupción, En esa comisión ejecutiva, que podría ser imputada por la «venta fraudulenta», estaban presentes además del entonces presidente de Mercasevilla, Gonzalo Crespo, varios consejeros como Antonio Rodrigo Torrijos o el que fuera director del área de Vía Pública, Domingo Enrique Castaño además del secretario del Ayuntamiento, Venancio Gutiérrez y el interventor, José Miguel Braojos.
Por su parte, el secretario de Organización del PSOE-A, Rafael Velasco, indicó que los servicios jurídicos de su formación presentaron ayer dicha querella y trabajan en el «estudio» de la otra vertiente del asunto, la petición de comisiones.Para el dirigente socialista, que olvidó referirse al tiempo transcurrido desde que se gestara la operación, a finales de 2005, hasta la interposición de esa querella, esta actuación supone «un compromiso de transparencia, colaboración con la Justicia en la búsqueda de la verdad», además de «cumplir con lo anunciado para que no quede impune ningún delito, trabajamos en la depuración de responsabilidades en ese sentido». El supuesto delito pasó desapercibido para los socialistas cuando pudo producirse, pese a ser altos cargos de este partido quienes dieron el visto bueno a la operación urbanística que investiga la titular del Juzgado de Instrucción 6 de Sevilla. Velasco mostró su «máximo respeto» por las decisiones procesales que se estén dictando o se vayan a dictar y su «plena confianza y colaboración con la Justicia», recordó que la Junta de Andalucía fue la que denunció estas presuntas ilegalidades y que el PSOE «ya se personó en el caso». El PSOE reiteró que presentará «tantas querellas como sean necesarias para limpiar el buen nombre de las administración», de forma que será «tajante en clarificar lo que está pasando en Mercasevilla e irá contra todo aquel que haya incumplido la legalidad».
MELLET MUESTRA SU SORPRESA
Por el contrario, la defensa de Mellet se mostró sorprendida y también molesta con la querella socialista, calificada por parte del abogado del ex director, José Manuel Sánchez del Águila, como «un acto de cinismo enorme», ya que «los responsables de la operación de venta de suelo fueron altos cargos políticos y del propio PSOE, que ahora se querella cuando ha sido su gente la que ha ideado la operación y la que ha tomado decisiones». «En este asunto -añadió el letrado-, Mellet ha sido un simple coordinador, un intermediario, porque no tenía capacidad alguna para decidir un tema de tanta envergadura como ese. ¿Quién en su sano juicio puede pensar que un gerente, un gestor, puede decidir a quién se le adjudica el suelo de Mercasevilla? Es de locos...». En este sentido, el abogado de Mellet recordó que su cliente, «como ya declaró Juan Antonio Ripollés ante al jueza, prefería la subasta y no el concurso, que es algo que se le impuso por parte de los políticos y por la comisión ejecutiva de la empresa, que era la que decidía. Gonzalo Crespo, Enrique Castaño, Antonio Rodrigo Torrijos, los altos cargos del PSOE... ellos fueron quienes decidieron qué es lo que había que hacer, y Mellet no hizo más que acatar y poner en marcha lo que se le había dictado por parte de los responsables políticos».
EL DESMADRE DE IU
Y es que la segunda pata de esta crisis que reflejan las últimas encuestas realizadas por el propio PSOE de Sevilla está en el socio de Gobierno que Sánchez Monteseirín tuvo que buscarse para alcanzar una Alcaldía que perdió en las urnas ante el candidato del PP, Juan Ignacio Zoido. El pacto con Izquierda Unida le está costando bastante caro a los socialistas sevillanos que no ocultan su descontento con la política practicada por sus socios de Gobierno. Asuntos como los presupuestos participativos que invierten miles de euros en proyectos tan peregrinos como la contemplación de las estrellas en Triana, la escandalosa desaparición y pérdida de la cúpula de la Copa Davis, los viajes de los brigadistas de IU a Venezuela o Cuba y los homenajes al Che Guevara, pagados con dinero municipal, y medidas tan impopulares como la reciente prohibición del homenaje a Agustín de Foxa por su supuesto caracter falangista, no ha hecho sino echar más leña al fuego de una coalición que se sustenta en el omnimodo poder obtenido por IU gracias al pacto aunque sólo consiguiera en las urnas unos ridículos 23.000 votos. El sectarismo estalinista de concejales como Josefa Medrano o Francisco Manuel Silva y la actitud prepotente y dictatorial de su máximo responsable, Antonio Rodrigo Torrijos a quien le ha dimitido hasta su mano derecha, el delegado de Economía, Jon Ander Sánchez por no aguntar sus modos dictatoriales, ha convertido el Consistorio sevillano en una especie de "jaula de grillos" que no contenta ni a los votantes socialistas que ven cómo el alcalde está en manos de un partido que le es ajeno y con el que no cumulgan. Pero con el que, de momento, no pueden soltar amarras so pena de perder la Alcaldía.
ENCUESTAS DESASTROSAS
Así las cosas, las últimas encuestas encargadas por el PSOE no pintan nada bien para Monteseirín. El alcalde no sólo no suma al pozo de votos que obtendría el PSOE con cualquier otro candidato, sino que le resta hasta cinco puntos a esa base. Si a ello le sumamos el enfrentamiento que Monteseirín mantiene desde hace tiempo con la plana mayor del PSOE sevillano que encabeza José Antonio Viera, no es de extrañar que sean muchos los socialistas con influencia que abogan por un recambio "incluso antes de las elecciones" para salvar los muebles de un Ayuntamiento que ya dan por perdido. Descartado Emilio Carrillo, la cabeza mejor "amueblada" del Ayuntamiento, quien se vio obligado a dejar su puesto de teniente de alcalde, como alternativas suenan ya la actual consejera de Salud, Maria Jesús Montero o el titular de Vivienda, Juan Espadas, aunque no hay que olvidar al "tapado" del propio Ayuntamiento, el concejal de Presidencia, Gómez de Celis, que es quien marca las directrices del partido en la Plaza Nueva y quien manjea los últimos hilos. Mientras todo esto ocurre, Monteseirín continúa como si nada pasara a su alrededor, alegando aquello de que él no se entera porque "es médico". Una frase que, sin duda, pasará a la historia de esta ciudad.
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