Los ministros de Energía, reunidos en Consejo en Bruselas, han acogido y apoyado el punto de vista general del plan de acción de la Comisión sobre Eficiencia Energética. El Consejo está de acuerdo con el Ejecutivo comunitario en que la eficiencia y el ahorro energéticos constituyen la "piedra angular" de la política europea de energía. Ambos asuntos constituyen bases fundamentales para conseguir los tres objetivos fundamentales comunitarios, como son la competitividad, el desarrollo sostenible y la seguridad de suministro. De esto último han podido ser más conscientes que nunca los ministros en el momento en que se ha apagado la luz de la sala durante 25 minutos, por un fallo técnico.
Una vez "iluminados" se han reafirmado en su compromiso de trabajar conjuntamente con la Comisión, el Parlamento Europeo, la industria y los ciudadanos, para alcanzar el objetivo comunitario de reducir un 20% el consumo de energía para 2020, algo que supondría un ahora de 100.000 millones de euros al año. Después de que el comisario de Energía, Andris Piebalgs, presentara ante los socios del club europeo su pan de ación -resultado de un debate muy amplio surgido a raíz de la publicación, el pasado marzo, de un Libro Verde sobre la materia- los ministros han podido debatir y han concluido cuáles son las facetas prioritarias de la propuesta de la Comisión.
Prioridades del plan de acción
En primer lugar, explotar el potencial de eficiencia energética de los transportes, utilizando distintas medidas, en las que se incluyan acuerdos voluntarios y, si es necesario, leyes. Todo esto a la par de la realización de mejoras rápidas y continuas en la eficiencia del combustible, en colaboración con la industria gasolinera y automovilística.
Además, también se ha hecho hincapié en que se avance en la expansión del alcance de los requerimientos mínimos para los equipos que utilizan energía, incluyendo la reducción de las pérdidas por el "stand-by". Este último sistema impide que los aparatos se desconecten completamente de la red eléctrica cuando el usuario los apaga, de tal modo que se mantienen en un régimen de bajo consumo que, según fuentes comunitarias, supone cerca del 10% del total del gasto energético de los hogares europeos.
En tercer lugar, los ministros están de acuerdo en apuntar que hay que concienciar mejor a los consumidores de la necesidad del ahorro energético. Para ello, hay que demostrarles los beneficios de la tecnología disponible de eficiencia energética. Asimismo, el Consejo pide que se utilicen los instrumentos existentes a escala europea, nacional y local, como el VII Programa Marco (VII) de Investigación y Desarrollo, para maximizar la contribución del I+D, la innovación y la tecnología a la eficiencia energética.
Por último, los titulares de Energía apuestan porque se continúe con la aplicación de la directiva sobre edificios, ya que la experiencia ha demostrado su efectividad.
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