A ello se agrega la denuncia de "un gran plan de conspiración y desestabilización en contra de Venezuela" con posibles impactos en la región y la exigencia del cese de tales acciones que ponen en peligro la soberanía, la integridad territorial y la estabilidad democrática de Venezuela, reza el comunicado.
La nota fue entregada a la embajadora de Colombia en Venezuela, María Luisa Chappe, al mismo tiempo que el gobierno venezolano asumió la responsabilidad de la repatriación de los diez cadáveres de ciudadanos colombianos, en vistas de que el cónsul neogranadino en el entidad andina, Carlos Alberto Barrios, unas horas antes haya reconocido públicamente que el estado colombiano no tenía recursos para la trasladar esos cuerpos a Colombia.
Este lunes los cuerpos fueron trasladados hasta la morgue de la ciudad de Cúcuta, Colombia, a objeto de entregarlos a sus familiares.