Pese a ello, el presidente valenciano se esforzó por lanzar un mensaje de unidad en su formación una vez concocida la noticia. "Acatamos la decisión porque formamos parte de un partido y cualquier decisión que el PP tome, cualquier militante la tiene que acatar", dijo para despejar las dudas de los que hablan de una escisión del PPCV respecto a la dirección nacional.
El también presidente del Consell también avanzó que tomará decisiones en breve ante la situación de convulsión que viven sus siglas. "Tomaré las decisiones que correspondan para que el PP siga siendo lo que siempre ha sido", advirtió. Después de este discurso trató de lanzar un guiño a los ´pesos pesados´ de los populares valencianos. "Buscaré el máximo consenso porque así me gusta hacerlo y así lo he hecho siempre", aseguró ya por la tarde en la presentación del Ágora en la que también estuvo presente la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá.
Camps también quiso subrayar su respaldo a la gestión de Costa, por enémisma vez. "En todo el partido, cuenta con el mayor respeto y la decisión de ahora nada tiene que ver con su gestión. Avalamos su actuación como secretario general y portavoz", sentenció.
Crisis interna del PP
Pese a estas declaraciones, ya nadie sabe si el pozo de la crisis interna del PP provocada por el caso Gürtel y las decisiones de Rajoy tiene fondo. La situación de Costa se ha resuelto de una forma estrambótica. Desde que el día 9 d´Octubre Esteban González Pons pusiera fecha de caducidad a “la fiesta”, pasando por el famoso ‘martes y 13’ en el que se celebró la Ejecutiva que acabó con una guerra de comunicados -entre el PPCV y Génova- y desembocó en el cese al día siguiente de Costa en sus funciones, todas las jornadas han supuesto un revuelo interno entre los populares valencianos que están “atónitos” con la dirección nacional por su “doble rasero”, según fuentes consultadas del PPCV.
La muestra del desconcierto que hay en el partido es que casi todos los dirigentes valencianos se enteraron de la noticia de la defenestración de Costa por los medios. Era una posibilidad que se temía que podía pasar hace semanas pero no ahora. Por tanto, el liderazgo de Rajoy sigue mostrando debilidades para muchos. Este jueves quiso dar un golpe de autoridad pero ha sido interpretado por muchos políticos del PP como una decisión “arbitraria”. Así, se encargó de denunciarlo el hermano del propio afectado, Juan Costa.
Quizás estas críticas vienen por el comunicado que emitió Génova anunciando la decisión de Rajoy sobre Costa, aunque atribuyéndola al Comité de Derechos y Garantías. El órgano recuerda a todos los militantes "su obligación de abstenerse y de hacer manifestaciones o declaraciones que puedan perjudicar la imagen o disciplina interna del Partido y advierte que, de producirse, aplicará los Estatutos del mismo". Todos piensan en el ‘caso Cobo’, en el que la mano derecha de Ruiz Gallardón se despachó contra Aguirre y sólo se ha llevado una reprimenda de la secretaria general, María Dolores de Cospedal.
Consciente de las aguas revueltas que salpican al PP día tras día –ya sea por la ‘guerra’ por Caja Madrid u otras cuestiones- Rajoy ha convocado para el día 3 de noviembre un Comité Ejecutivo en Madrid. Ante esta situación, de una forma indirecta el propio José María Aznar mandó un recado para su sucesor recordando su receta para dirigir una formación: “un partido, un proyecto y un líder, no varios”.
La suspensión de militancia de Costa, sorprendió todavía más a los parlamentarios del PP valenciano por la fecha elegida. Todos hicieron un esfuerzo para hacer muestras de cariño al que fue el jefe del grupo en Les Corts. Horas después la cabeza de Costa rodaba de forma “temporal”. La vicesecretaria de Organización del PP nacional, Ana Mato, justificó esa decisión por el “daño” que habían hecho las palabras de Costa al partido.
Situación de Costa en Les Corts
Ahora se abre otra duda: ¿cuál será la situación de Costa en el Parlamento valenciano? El exsecretario general del PPCV puede seguir siendo diputado ´popular´ en la Cámara valenciana a menos que lo expulsen del grupo parlamentario o se dé de baja voluntariamente.
Según explicaron fuentes parlamentarias, la suspensión cautelar como militante "no afecta" al grupo, ya que se trata de una cuestión interna del partido, informa EuropaPress. Si se produjera la expulsión o se diera de baja de su grupo -y no renunciara a su acta de diputado- pasaría a ser un parlamentario no adscrito.
Vuelta de Costa
La mañana en Les Corts transcurrió con morbo político pero nadie pensaba que iba acabar con una bomba informativa. Pese a las declaraciones de Costa. El dirigente valenciano dejó clara su postura después de su primer pleno como diputado raso. Y sus palabras estuvieron cargadas de dinamita. Advirtió ante los medios que había cumplido su compromiso de enviar los documentos sobre sus bienes y las cuentas del partido a Génova para garantizar la transparencia de estas operaciones. El también exsecretario general de los populares valencianos señaló que todavía no ha recibido una respuesta de la dirección nacional. "Ni me han llamado ni me han citado", señaló.
"Yo he cumplido con mi compromiso establecido en el Comité Ejecutivo Regional de remitir mis declaraciones de renta, la acreditación de la compra de mi vehículo, la documentación de mi préstamo hipotecario, de mi póliza de crédito y un borrador de un informe sobre las cuentas del PPCV", añadió.
Además, Costa echó más leña al fuego al debate interno que se vive en el PP valenciano tras su salida y la designación de Asencio y Maluenda como sus sustitutos provisionales. "Creo que, como militante, como secretario general, es importante que la dirección nacional ratifique la gestión del partido en estos años, ratifique mi gestión como secretario general y también ponga en valor mi honradez como militante, como ciudadano y como secretario general", señaló.
Estas palabras dejaron claro que Costa consideraba que la designación de Asencio como coordinador asumiendo sus funciones como secretario general es temporal y que él podía volver.
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