Tanto Esperanza Aguirre como Alberto Ruiz Gallardón han dan por zanjado su último enfrentamiento, que esta vez ha tenido como arma arrojadiza la biografía autorizada de la presidenta. Sin embargo, en los seis meses que aún faltan para las elecciones del 27 de mayo de 2007 aún quedan motivos para el desencuentro entre los dos líderes del PP. Uno de ellos será la elaboración de las listas electorales para la alcaldía a la capital.
Gallardón tendrá que elaborar la lista de su futuro equipo bajo la atenta mirada del partido regional, donde nombres como el de Alicia Moreno o Manuel Cobo han sido puestos públicamente en entredicho. Cobo, actual vicealcalde y hombre fiel del equipo de Gallardón se enfrentó abiertamente a Esperanza Aguirre en el año 2004 al postularse como posible presidente del PP regional tras la salida de Pío García Escudero. Una pelea política en la que Cobo se vió obligado a retirarse de la carrera por el poder del partido en la Comunidad en favor de Aguirre, que se convirtió en la presidenta del PP en Madrid.
Moreno, ha sido por su parte cuestionada por su política cultural. la última fue tras la retirada de la obra del dramaturgo catalán Pepe Rubianes del Teatro Español, "Lorca eran todos",que fue criticada por la concejala. Entoncesel secretario general del PP en Madrid, Francisco Granados, aconsejó a la concejal abandonar su cargo en el Ayuntamiento "por su propia salud mental, si está en contra de los principios que defiende el PP".
Sin embargo, a pesar del estrecho margen de maniobra del alcalde para la formación de un equipo de su plena confianza, fuentes cercanas al PP municipal aseguran que Alberto Ruiz-Gallardón utilizará la herramienta del "consejero delegado" para colocar en su gobierno a sus colaboradores de confianza, aunque no sean bien vistos por el PP regional,.
La vía del "consejero delegado" fue abierta por la Ley de Capitalidad, aprobada este año con el apoyo de todos los grupos municipales. La fórmula, que también contemplaba la Ley de Grandes Ciudades de 2002, permite, en los grandes municipios, ampliar el margen de maniobra del partido vencedor. De esta forma, en aquellas ciudades en las que hay muchas áreas de gobierno y distritos, el alcalde puede nombrar hasta cinco consejeros delegados, con labores ejecutivas, pero sin voto en los plenos municipales.
Según miembros del Grupo Popular del Ayuntamiento consultados por MDO, "Gallardón debería ser libre para elegir a sus colaboradores y premiar la profesionalidad y no las afinidades políticas con unos u otros dentro del partido". Por otra parte, fuentes del Grupo Municipal Socialista alertan sobre la dificultad de gobernar Madrid con un grupo dividido en dos: los concejales que apoyarán a Aguirre y los que apoyarán a Gallardón, "un problema del que ya adolece internamente el Grupo Municipal Popular", añaden las mismas fuentes.
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