La Infanta Elena y Jaime de Marichalar se divorcian de mutuo acuerdo

Dos años después de que el portavoz del Palacio de la Zarzuela anunciara el cese temporal de la convivencia de los duques de Lugo, el anuncio de divorcio es inminente. Los abogados de la Infanta Elena y de Jaime de Marichalar están negociando los últimos flecos de esta separación que se confirmará a través de un comunicado conjunto.

Según informa en su edición de este sábado el diario El Mundo, tras una larga negociación faltan mínimos detalles para que las dos partes den el visto bueno al divorcio y se difunda un comunicado a principios de semana.

En este sentido, la Infanta Elena se hará cargo de la custodia de sus dos hijos y Jaime de Marichalar pasará una pensión para su manutención. Asimismo, dejará de ser Duque de Lugo y al parecer, no ha condicionado el pacto a que se le conceda otro título.

Sin embargo, para los expertos el divorcio no es la solución final ya que, según explica en el citado diario un experto en derecho canónico "un divorcio y posterior matrimonio civil la pondría de cara a la Iglesia en situación de concubinato, lo cual le impediría, por ejemplo, recibir la comunión".

Para la doctrina católica, el matrimonio sigue siendo un sacramento indisoluble y, por tanto, no se puede romper". Así que la única vía posible para que la Infanta rehaga su vida es pedir la nulidad matrimonial.