La Cumbre cierra con un nuevo ‘saco’ de buenos propósitos

Pero como no sólo de Honduras vive el hombre, la declaración final de la SEGIB se centra, además, en la necesidad de promover la creación de un programa de innovación tecnológica que de momento se encuentra en el aire a expensas de ser definido por los Gobiernos de los veintidós que conforman el ‘cotarro’ Iberoamericano. Este proyecto está capitaneado por la SEGIB y dará lugar al Foro Iberoamericano sobre Ciencia, Tecnología e innovación de la comunidad latina.

En esta línea de la cooperación se tiene previsto fortalecer la Cooperación Sur-Sur, programa que ya ha llevado a cabo 1.800 proyectos para el desarrollo entre las dos orillas.

La necesidad de observadores

Por primera vez, la Conferencia Iberoamericana abre la puerta a dos países en calidad de observadores asociados, Italia y Bélgica, además de un buen ‘armamento’ de observadores consultivos - la FAO, la OCDE, EL Sistema Económico Latinoamericano y del Caribe, la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales, la Unión Latina y la Organización de Estados de Caribe Oriental- y un nuevo observatorio Iberoamericano de justicia, que tanto tiempo llevaban reclamando los países que conforman estas cumbres para una mejor calidad de los sistemas democráticos.

Planes que han llegado a buen puerto

La idea de que estas cumbres sirven para poco se repite. Por ello, la SEGIB ha querido ratificar en su declaración final que estas reuniones sirven dando a conocer avances propuestos en reuniones anteriores. Así, se ha hablado del avance en el Convenio Iberoamericano de Seguridad Social, que empezará a funcionar en 2010 y pretende dar cobertura a varios millones de inmigrantes en la comunidad iberoamericana.

También el ‘Programa Neruda’ empieza a dar sus primeros pasos. Esta propuesta facilitará la movilidad de los académicos entre los veintidós países apoyando la educación, el intercambio de profesionales y técnicas necesarias para el desarrollo de las infraestructuras de los países.

El último plan que ha dado frutos es el del Fondo del Agua, impulsado en la Cumbre de Santiago de Chile en 2007 y que se estima ayudará a más de catorce millones de personas, no sólo por la inclusión en sus vidas del agua corriente, si no por todo lo que ello conlleva, como las condiciones higiénicas, la mejora de la salud, el desarrollo de infraestructuras mínimas para levantar una sociedad….

Así cierra esta Cumbre de Estoril, contenta por los logros pasados y con un nuevo saco de buenos propósitos que buscan, al fin y al cabo, mejorar la calidad de vida de las generaciones presentes y futuras.