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Prohibir para estimular

Prohibir para estimular

viernes 18 de diciembre de 2009, 13:37h
   Si tan implacable y resuelta es la cruzada del Gobierno contra el consumo de tabaco, ¿por qué no prohíbe su fabricación, su comercialización y su venta? Sabiendo que el Gobierno, o el Estado del que es gerente, se lucra de manera colosal con el tabaco, cabría sospechar que se reprime calculadamente su consumo público para estimular el privado, pues, como se sabe, no hay nada tan atrayente como lo prohibido o, cual es el caso, lo técnicamente clandestino. Dejando a un lado la contradicción metafísica que supone perseguir lo legal, que lo sea algo que el Estado y todo el mundo reconoce como pernicioso y nefasto para la salud, y aun el enorme perjuicio para los hosteleros que adecuaron sus locales a los dictámenes de la anterior ley y que sufrirán la espantada de los fumadores, no es posible sustraerse a la denuncia del aspecto totalitario, dictatorial, un punto fascista, de las medidas que anuncia el gobierno para prohibir fumar en todas partes... salvo allí, en casa o en la calle, donde los aficionados al tabaco fumen en cantidad suficiente para no frustrar la voracidad recaudatoria del Estado.

   Hay mucha gente que come basura, que habla con un timbre de voz horrísono, que dice bobadas constantemente, que viste fatal o que utiliza el automóvil y sus emisiones tóxicas a la atmósfera innecesariamente, todo ello en lugares públicos, y nadie la persigue por ello. ¿Por qué a los fumadores sí? ¿Por el efecto "pasivo", si también somos víctimas "pasivas" del detritus, de las chorradas, de la fealdad y de la brutal contaminación de los coches? ¿Tan difícil sería establecer, a fin de evitar todo perjuicio a los no fumadores, restaurantes, bares, vagones de tren, taxis y cuartos de hotel "exclusivamente" para fumadores? Con esa medida, inspirada en los arcanos del respeto y la tolerancia, ningún ciudadano aspiraría el veneno que, libremente y por gusto, otros aspiran, pero cuando no hay talento político ni bonhomía, y sí mucha mala leche típicamente española, lo inmediato es prohibir sin más, a lo bestia. Ahora bien; en tanto no se prohíba lo único congruente de prohibir, la venta libre de tabaco, sospecharemos que lo hacen para que la gente se vea menos y fume más, y no porque les importe ni poco ni mucho la salud.
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