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Países distintos

Países distintos

lunes 21 de diciembre de 2009, 17:44h

Cuando uno oye al presidente Correa decir lo atinadas que han sido las políticas (anticíclicas, según él) adoptadas por el Gobierno en medio de la crisis, las mismas que (también según él) permitirán a nuestro país ser uno de los pocos de la región con un crecimiento económico positivo al finalizar el año, uno no sabe si estamos hablando del mismo país. Algo similar sucede cuando se escucha a algún otro iluminado economista de la revolución ciudadana asegurar que en 2010 el Ecuador crecerá a cerca del 7%. Pero en vez de suponer que nuestros gobernantes hacen semejantes aseveraciones aún estando conscientes de sus “debilidades”, es mejor creer que en sus mentes lúcidas y corazones ardientes ellos realmente están convencidos de lo que dicen, pues, según parece, viven en una realidad distinta.

Lo cierto es que en el país de los ciudadanos comunes, las perspectivas son menos optimistas que las oficiales.
 
A las tristes proyecciones del FMI sobre la economía ecuatoriana (a las que el Gobierno resta validez), ahora se suman las de la Cepal. Contrario a lo que el presidente Correa asegura, esta institución estima que en 2009 Ecuador será uno de los cuatro países sudamericanos con un crecimiento negativo y que en 2010 el PIB del Ecuador crecerá al 3%, una de las tasas más bajas de la región y muy distante al 6,8% que pronostica el Gobierno. Y en el país de los ciudadanos comunes las estimaciones de la Cepal (o las del malvado FMI) suenan más atinadas, pues un crecimiento negativo en 2009 explica el notorio aumento del desempleo, que se ha traducido en alarmantes niveles de inseguridad.

Pero queremos seguir creyendo que nuestras autoridades no lanzan sus alegres cifras con mala fe o con algún interés político, sino que lo hacen porque desde donde están las cosas se ven menos mal. Rodeados de funcionarios públicos, quizá no saben de los cientos de miles de empleos que se han perdido en el sector privado; y protegidos por decenas de guardaespaldas, seguramente ignoran lo que es la inseguridad. Y probablemente en sus oficinas siempre hay luz.

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