www.diariocritico.com
Señales electorales

Señales electorales

viernes 01 de enero de 2010, 16:46h

El No de Curahuara de Carangas

El rechazo de la   población del municipio de Curahuara de  Carangas – Oruro-, a convertirse en Entidad Autónoma Indígena Originaria Campesina hace parte del conjunto de señales electorales cuyo significado no puede minimizarse.  Que uno de los municipios emblemáticos, no solo por su carácter predominantemente indígena  sino por ser uno de los  municipios  rurales  andinos más exitosos, haya votado a favor de conservar un modelo de gestión vigente – democrático y republicano-  no indígena no es poca cosa.

De acuerdo a Rómulo Alconz, Alcalde de Curahuara, el rechazo de  comunarios sería una reacción a formas de imposición ejercidas por algunas autoridades del lugar además de expresar una actitud colectiva que entiende el cambio autonómico como proceso gradual y consensuado. Lo cierto es que,  con este resultado,  la próxima elección de autoridades y futura gestión municipal tendrá como referencia la legislación contenida en el código electoral, en las leyes de Participación Popular y de Municipalidades  además de aquellas reformas resultantes de un nuevo ordenamiento constitucional. Curahuara, municipio eminentemente indígena y andino, descartó  la posibilidad de adaptarse a formas ancestrales de elección y organización de gobierno local.

Sin embargo, las razones  anotadas no son suficientes para explicar este voto. Se ha señalado que  la juventud y las mujeres jugaron un papel clave al  dudar de los eventuales beneficios de un régimen municipal centrado en “usos y costumbres”. Habrían votado advertidos del  riesgo que, prácticas machistas y resistentes a la innovación, significaría para la sostenibilidad de avances  impulsados en años de gestión democrática municipal y de vigencia de la Participación Popular. En Curahuara, su población experimentó las ventajas de abrirse a las oportunidades del mundo global, al turismo y a múltiples iniciativas de desarrollo local.  Su voto constituyó no solo un verdadero espaldarazo al esfuerzo persistente por rescatar lo mejor de la tradición y de la democracia representativa – liberal y colonial para el oficialismo - sino también el reconocimiento a la fusión creativa de  mecanismos participativos e instrumentos administrativos, contables, financieros y de fiscalización modernos de gestión pública. 

No se conoce aún cuán efectivos serán los mecanismos de gestión y fiscalización del autogobierno indígena por la que apostaron 11 municipios que participaron en la consulta del 6 de diciembre. Mientras unos idealizan y exaltan las promesas de más eficiencia y transparencia de lo indígena, otros señalan que, las formas propias y ancestrales de gobierno,  serán buen pretexto para eludir controles que bloqueen prácticas discrecionales, corruptas y autoritarias propias de las deformaciones y excesos del comunitarismo colectivista.    

Si bien solo Curahuara de Carangas se pronunció por el No, nadie duda de que este resultado constituye una señal que obliga a redimensionar las posibilidades  reales de instalar con éxito  formas de autogobierno ancestrales.  Llamó la atención un comportamiento desigual y diverso del voto en otros municipios.  Así como Tarabuco le dijo Si a la autonomía indígena con un contundente 90%; en otros, como Jesús de Machaka,  Charagua y Chayanta  los resultados fueron ajustados,  siendo reflejo de fracturas socioculturales internas que tensionan a vecinos y comunarios en contextos urbanos y rurales  de escasa población. Todo indica que la propuesta comunitarista indígena encontrará en estos espacios municipales una oportunidad de demostrar sus ventajas sin descartar que la misma realidad se encargue de  desahuciar, estructuralmente, su  viabilidad  dada  una pluralidad sociocultural incompatible a modelos de gobierno indígenas puros u homogenizantes de la realidad municipal.   

La cuestión indígena : cifras y señales electorales

Confirmada  la victoria electoral del MAS la atención mediática y política coloca la mira en la próxima cita electoral subnacional a realizarse en abril. Esto ocurre cuando  aún no se agota el análisis de la rica, variada e inédita información recogida el  pasado 6 de diciembre. En efecto, no hay duda de que la representación política de la futura Asamblea Legislativa Plurinacional (ALP) sorprende y sorprenderá por varias razones.

Una primera se refiere a la presencia de un 30% de asambleistas mujeres,   destacando el  histórico  incremento porcentual de 3%  al 46% de mujeres titulares electas en el Senado quienes modificarán radicalmente el  mosaico de la representación  de la Cámara Alta. Ello es notable, el súbito incremento de una a 17 senadoras no es poca cosa. Es un hecho que  revertirá el inevitable sentimiento de aislamiento y soledad que, de tanto en tanto, invadía a las 9 Senadoras titulares electas durante del primeros 25 años de democracia.

Lo que sí fue nuevo ha sido la  elección no solo de siete diputados indígenas especiales sino también  la respuesta diversa  a la consulta ciudadana sobre la adopción de la condición de Autonomía Indígena Originaria Campesina  realizada en 12 municipios del país. El análisis de la cuestión  indígena, expresada en  las cifras de la inclusión,  participación y orientación del voto  de la gente; ha dejado  mucha tela y  varios mitos que recortar.  

Un primer dato que llama la atención es la reducida participación de electores habilitados para la votación en las circunscripciones indígenas especiales. De un total de 90.952 electores originalmente previstos en siete departamentos que contaban con una circunscripción especial indígena emitieron su voto menos de la mitad (49.2%) siendo válidos los votos de apenas el 35.3 %. La brecha existente entre la expectativa de participación y cantidad efectiva de votantes es significativa. Este ausentismo  constituye una señal por demás llamativa, mas aún  considerando  que, en la misma jornada electoral y para la elección presidencial y de los nuevos parlamentarios de la democracia representativa la concurrencia de electores  fue extraordinaria ¡superó  el 94%!

Este ausentismo ¿no será reflejo de una resistencia pasiva o indiferencia a una propuesta de representación indígena que más parece ser una construcción discursiva  etnocéntrica forzada de cúpulas políticas e intelectuales divorciada del sentimiento de las verdaderas bases indígenas? Todo indica que las siete circunscripciones especiales son suficientes para representar  los intereses y demandas agregadas de estos pueblos hoy reconocidos, debiendo repensarse la posibilidad de ampliar el numero de escaños a 15 o mas para  pueblos cuyas poblaciones no superan los 2000 habitantes. Es el caso de Cochabamba cuya circunscripción indígena – Yuqui/Yuracaré- cuenta con 518 electores, o el caso particular de Pando con 1.859, de los cuales votaron 1361, arrojando un resultado favorable al binomio Manfred- Leo. ¡ Qué paradoja!.

La desigual representación no debe subestimarse. Mientras un diputado especial representa a menos de 2000 electores, un diputado uninominal en el eje urbano de ciudades del eje representa a más de 115.000.  La búsqueda de equidad política bajo el enfoque de la “discriminación positiva”  debe calibrarse. Dicho de otro modo, la  inclusión  de los  excluidos debe evitar otras formas de discriminación tales como  la  subrepresentación de poblaciones urbanas subrepresentadas. Es cuestión de equidad, de pulverizar mitos y otros prejuicios alejados de todo principio de realidad. 

Circunscripciones Electorales Especiales.
 
Confirmada  la victoria electoral del MAS la atención mediática y política coloca la mira en la próxima cita electoral subnacional a realizarse en abril. Esto ocurre cuando  aún no se agota el análisis de la rica, variada e inédita información recogida el  pasado 6 de diciembre. En efecto, no hay duda de que la representación política de la futura Asamblea Legislativa Plurinacional (ALP) sorprende y sorprenderá por varias razones.
 
Una primera se refiere a la presencia de un 30% de asambleistas mujeres,   destacando el  histórico  incremento porcentual de 3%  al 46% de mujeres titulares electas en el Senado quienes modificarán radicalmente el  mosaico de la representación  de la Cámara Alta. Ello es notable, el súbito incremento de una a 17 senadoras no es poca cosa. Es un hecho que  revertirá el inevitable sentimiento de aislamiento y soledad que, de tanto en tanto, invadía a las 9 Senadoras titulares electas durante del primeros 25 años de democracia.
 
Lo que sí fue nuevo ha sido la  elección no solo de siete diputados indígenas especiales sino también  la respuesta diversa  a la consulta ciudadana sobre la adopción de la condición de Autonomía Indígena Originaria Campesina  realizada en 12 municipios del país. El análisis de la cuestión  indígena, expresada en  las cifras de la inclusión,  participación y orientación del voto  de la gente; ha dejado  mucha tela y  varios mitos que recortar.  
 
Un primer dato que llama la atención es la reducida participación de electores habilitados para la votación en las circunscripciones indígenas especiales. De un total de 90.952 electores originalmente previstos en siete departamentos que contaban con una circunscripción especial indígena emitieron su voto menos de la mitad (49.2%) siendo válidos los votos de apenas el 35.3 %. La brecha existente entre la expectativa de participación y cantidad efectiva de votantes es significativa. Este ausentismo  constituye una señal por demás llamativa, mas aún  considerando  que, en la misma jornada electoral y para la elección presidencial y de los nuevos parlamentarios de la democracia representativa la concurrencia de electores  fue extraordinaria ¡superó  el 94%!
 
Este ausentismo ¿no será reflejo de una resistencia pasiva o indiferencia a una propuesta de representación indígena que más parece ser una construcción discursiva  etnocéntrica forzada de cúpulas políticas e intelectuales divorciada del sentimiento de las verdaderas bases indígenas? Todo indica que las siete circunscripciones especiales son suficientes para representar  los intereses y demandas agregadas de estos pueblos hoy reconocidos, debiendo repensarse la posibilidad de ampliar el numero de escaños a 15 o mas para  pueblos cuyas poblaciones no superan los 2000 habitantes. Es el caso de Cochabamba cuya circunscripción indígena - Yuqui/Yuracaré- cuenta con 518 electores, o el caso particular de Pando con 1.859, de los cuales votaron 1361, arrojando un resultado favorable al binomio Manfred- Leo. ¡ Qué paradoja!.
 
La desigual representación no debe subestimarse. Mientras un diputado especial representa a menos de 2000 electores, un diputado uninominal en el eje urbano de ciudades del eje representa a más de 115.000.  La búsqueda de equidad política bajo el enfoque de la "discriminación positiva"  debe calibrarse. Dicho de otro modo, la  inclusión  de los  excluidos debe evitar otras formas de discriminación tales como  la  subrepresentación de poblaciones urbanas subrepresentadas. Es cuestión de equidad, de pulverizar mitos y otros prejuicios alejados de todo principio de realidad. 


www. elfaro-eribolivia.blogspot.com

¿Te ha parecido interesante esta noticia?    Si (2)    No(0)

+
0 comentarios