Al menos 28 empleados civiles de las Naciones Unidas y siete cascos azules perdieron la vida a consecuencia de actos violentos a lo largo del 2009, informó en un comunicado el sindicato del organismo mundial.
Seis de los siete soldados de paz murieron en tres incidentes ocurridos en la región sudanesa de Darfur, donde las Naciones Unidas y la Unión Africana tienen desplegada una misión de paz integrada por unos 15.000 militares y 4.200 policías.
El séptimo casco azul fallecido el año pasado fue un general de brigada paquistaní, que también servía en la misión en Darfur, pero que fue víctima de un atentado durante unas vacaciones en su país.
En cuanto a los empleados civiles, 18 perdieron la vida en actos de servicio en Pakistán y Afganistán, mientras que otros cinco murieron durante la ofensiva lanzada hace un año por Israel contra el grupo islamista Hamás en Gaza.
Otros puntos negros para el personal del organismo han sido Somalia, Haití y Colombia, aseguró el sindicato.
La cifra divulgada supone una disminución en el número de fallecimientos respecto a 2008, cuando al menos 34 miembros del personal de Naciones Unidas perdieron la vida en actos de violencia, y también en relación a 2007, cuando murieron 42 personas.
"Una vez más, empleados de las Naciones Unidas tuvieron que pagar con sus vidas los esfuerzos por asistir a personas que sufren", dijo en un comunicado el presidente del sindicato, Stephen Kisambira, quien lamentó particularmente los ataques deliberados contra personal e instalaciones del organismo que se efectuaron en distintos lugares del mundo.
Al respecto, señaló que atentados como los sufridos por la ONU en Afganistán, Pakistán o Darfur tenían como objeto "intimidar y socavar" la labor de la institución.
Kisambira también recordó que 104 países miembros de las Naciones Unidas no han ratificado aún la Convención para la Protección del Personal de la ONU adoptada hace 15 años por la Asamblea General.
Si (
No(
