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Los republicanos ganan un escaño por Massachussetts

Amargo aniversario para Obama con una derrota en el Senado

Amargo aniversario para Obama con una derrota en el Senado

miércoles 20 de enero de 2010, 07:28h
Lo de ayer fue una noche electoral de infarto. Pese a ser una elección local, había demasiadas cosas en juego y al final se confirmaron los peores pronósticos para un “frustrado” Barack Obama. El candidato republicano Scott Brown ganó el escaño que dejó vacio Ted Kennedy en el Senado tras su muerte en verano pasado, una dura derrota en Massachusetts para los demócratas que han perdido de un plumazo la cómoda “supermayoría” que disfrutaban hasta ahora en la Cámara alta.

Una hora y media después del cierre de los colegios electorales las principales cadenas daban ganador a Brown. Con más del 75% escrutado, Brown obtuvo el 52% de los votos, mientras que la demócrata Martha Coakley se quedó con el 47% de los votos. Un golpe en toda regla para el presidente Obama, que seguro que nunca se imaginó un escenario así para celebrar el primer aniversario de su histórica toma de posesión hace ahora un año.

Y es que lo ocurrido ayer en el estado Massachusetts marcará un antes y un después en la joven presidencia de Obama. A partir de ahora los republicanos contarán con 41 de los 100 asientos que hay en el Senado. La llave más deseada, la cifra mágica, eran los sesenta votos que hasta ahora permitían a los demócratas aprobar sin grandes sobresaltos la ambiciosa agenda de reformas de la Casa Blanca al no tener que preocuparse de que la oposición pudiera bloquear indefinidamente sus iniciativas.



Reformas en peligro

Son muchas las cosas que ahora están en juego, empezando por la reforma sanitaria que lleva desde hace meses negociándose en el Congreso. La speaker Nancy Pelosi aseguraba a los periodistas que independientemente de cuál fuera el resultado de las elecciones de Massachusetts la reforma del sistema de salud saldría adelante. Ya había sido aprobada por la Cámara de Representantes y el Senado pero todavía se están armonizando ambos textos. Habrá que ver qué ocurre ahora.

Los principales analistas políticos de Washington coincidían anoche en que uno de los escenarios posibles que se plantean ahora es que la Cámara de Representantes renuncie a su propio texto y termine avalando la propuesta de reforma que aprobó en diciembre pasado el Senado, algo menos ambicioso que el de la cámara baja. “La lucha ha sido demasiado feroz como para dejar pasar la oportunidad”, apuntaba un analista demócrata.

Desde el lado republicano se frotaban las manos con la victoria de Brown. Horas antes de que cerraran los colegios electorales el portavoz de la Casa Blanca, Robert Gibbs, reconocía que Obama estaba “frustrado y sorprendido” por lo apretado de la contienda electoral en un territorio que los demócratas, y en concreto el todopoderoso clan Kennedy, llevaban décadas y décadas dominando. Habrá que ver ahora qué piensa el presidente con los resultados encima de su despacho.


Alarmas en la Casa Blanca

La derrota de ayer en Massachusetts ha hecho saltar todas las alarmas tanto en la Casa Blanca como en el partido demócrata, sobre todo teniendo en cuenta que llega en un año electoral ya que los estadounidenses volverán a ser convocados a las urnas el próximo mes de noviembre para renovar la totalidad de la Cámara de Representantes y un tercio del Senado en las elecciones legislativas de mitad de mandato.

Una vez que las urnas han hablado llega el momento para los análisis. La victoria de Scott Brown ha sido posible después de semanas de una intensa campaña local en la que fue ganándose las simpatías de un electorado cabreado y frustrado por la falta de resultados en el combate a la crisis económica. Y es que solo en los últimos dos meses cerca de 40.000 ciudadanos de este estado de la costa este del país han perdido sus puesto de trabajo.

Tampoco se entiende esta derrota de los demócratas en uno de sus principales bastiones sin la agresiva campaña lanzada desde hace meses por parte de los los sectores más conservadores del país en contra de algunos de los asuntos clave de la agenda política de Obama, como el caso de la reforma sanitaria, que ha crispado el ambiente. Con el paso de los meses que cada vez más estadounidenses se oponían a los planes del presidente.

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