www.diariocritico.com

Zapatero ha pedido explicaciones

Polémica entre Caracas y Madrid a la espera de aclaratorias

miércoles 03 de marzo de 2010, 04:19h
Un auto judicial que relaciona al Gobierno venezolano con ETA y las FARC ha creado una nueva polémica entre Venezuela y España, aunque, según Caracas, ninguno de los dos países tiene la intención de que perjudique a las relaciones bilaterales. Al día siguiente de que el Gobierno del presidente Hugo Chávez rechazara como "inaceptables" e "infundadas" las denuncias del juez, el presidente de la Comisión de Política Exterior de la Asamblea Nacional (AN) venezolana, Roy Daza, calificó de "inválida" la acusación formulada por el magistrado Eloy Velasco.
Polémica entre Caracas y Madrid a la espera de aclaratorias

Daza, diputado oficialista, afirmó que la "supuesta argumentación sobre la cual el juez" de la Audiencia Nacional española "dicta una medida está viciada" porque "nunca ha oído a las partes involucradas".

Agregó, no obstante, que "estas declaraciones (del juez Velasco) no modificarán las relaciones con el Estado español, unas relaciones que han llegado a un punto realmente óptimo y debemos seguir trabajando para su profundización".

A su vez, el embajador de Venezuela en España, Isaías Rodríguez, reiteró este martes, en declaraciones a diversos medios, que la relación entre ambos países sigue siendo "normal" y se desarrolla de "la misma manera que hasta ahora se venía desarrollando".

Ningún miembro del Gobierno venezolano se refirió este martes a la cuestión, como tampoco hubo reacciones por parte de la oposición al contenido del auto del juez Velasco quien procesó el lunes a varios presuntos miembros de ETA y activistas de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).

En el auto, Velasco indicó que "obran diligencias en este procedimiento que ponen de manifiesto la cooperación gubernamental venezolana en la ilícita colaboración entra las FARC y ETA y en especial de Arturo Cubillas Fontán, que tiene o ha tenido un cargo público en ese país".

Cubillas, uno de los presuntos etarras procesados por el juez, está casado con una ciudadana venezolana que ha ocupado varios cargos públicos desde que Chávez llegó al poder en 1999, y él mismo asumió en 2005 el cargo de director adscrito a la Oficina de Administración y Servicios del Ministerio de Agricultura y Tierras.

En la nota emitida el lunes, el Gobierno venezolano subrayó que se hace referencia "a un ciudadano que reside en Venezuela desde el mes de mayo de 1989, como producto de los acuerdos entonces alcanzados por (los entonces presidentes venezolano) Carlos Andrés Pérez y (español) Felipe González".

También dijo que los "cuestionamientos" del juez "son producto" de la "desgastada farsa" de la computadora supuestamente incautada a a Raúl Reyes, el dirigente guerrillero muerto hace dos años en un ataque del Ejército colombiano a un campamento de las FARC en Ecuador.

Chávez, de visita ayer en Uruguay con motivo de la toma de posesión del nuevo gobernante, José Mujica, calificó por su parte de "rezagos de un pasado colonial" la denuncia del juez español, al tiempo que rechazó la acusación de supuesta "cooperación" con ETA y las FARC.

"Eso son restos todavía, tristes restos, de las antiguas cadenas que algunos quisieran colgarnos de nuevo aquí al cuello, pero nosotros somos libres", afirmó Chávez, al que el presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, pidió "explicaciones" tras conocerse el auto del juez.

Por su parte, el ministro español de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, afirmó que el presidente venezolano tiene "voluntad de cooperar" para esclarecer la acusación de la Audiencia Nacional. Indicó que mantuvo una conversación telefónica con Chávez a última hora del lunes, en la que el mandatario le trasmitió su "rechazo" al contenido del auto judicial y su compromiso de despejar "plenamente" las dudas sobre su supuesta cooperación con ETA.

"Estamos a la espera de poder clarificar esta situación y cuando tengamos todos los datos, lógicamente, el Gobierno reaccionará", dijo Moratinos, quien también conversó con su colega venezolano, Nicolás Maduro.

Además de expresar su rechazo a las acusaciones y su disposición a clarificar el asunto, Maduro expresó a Moratinos su confianza en que este caso no afecte a las buenas relaciones que mantienen ambos Gobiernos.

La polémica generada por la denuncia del juez Velasco ha surgido en un momento en que Caracas y Bogotá intentan recomponer sus maltrechas relaciones, tras la crisis derivada del acuerdo militar colombo-estadounidense que permite a militares de Estados Unidos utilizar al menos siete bases en Colombia.

En ese sentido, el canciller colombiano, Jaime Bermúdez, anunció este martes que, gracias a la mediación del "grupo de países amigos", mantendrá en breve una reunión con su par venezolano, posiblemente en República Dominicana, para preparar una próxima entrevista entre los presidentes Chávez y Álvaro Uribe.

¿Te ha parecido interesante esta noticia?    Si (2)    No(0)

+
0 comentarios