El jefe de Gabinete, Alberto Fernández, aseguró que “si hay un funcionario involucrado en el caso Skanska, lo echaremos sin esperar a que la Justicia lo condene, aquí hay que ir a fondo y averiguar qué pasó”. Tanto Fernández, como el titular del ente oficial Enargas Fulvio Madaro, aseguraron en una entrevista con el diario La Nación, que en las obras de ampliación de los gasoductos Norte y Sur en 2005, los protagonistas fueron las empresas privadas y que si hubo coimas, la constructora sueca las pagó a esas firmas.
También negaron la existencia de sobreprecios y rechazaron que los documentos publicados el sábado por ese diario indicaran que fue el Gobierno, por medio del Enargas, el que dispuso la participación de Skanska y las firmas constructoras BTU y Contreras Hermanos en el Gasoducto Norte.
"Lo que ocurrió -dijo Madaro- fue que Transportadora de Gas del Norte [TGN, la licenciataria privada del Gasoducto Norte que encargó las obras de ampliación a Skanska, BTU y Contreras] hizo un presupuesto previo muy bajo, al lado del cual los presupuestos de las firmas parecían muy altos. Ahí aparece lo que se toma como sobreprecios, cuando por lo visto eran precios de mercado."
Tanto Fernández como Madaro acusaron a TGN de haber demorado adrede la realización de las obras y de haberse equivocado al presupuestar por debajo de los precios de mercado.
Según el jefe de Gabinete “era preciso e imperioso ampliarla porque el país crecía y se nos venía encima el invierno, pero lo que quería TGN era que el Gobierno aumentara las tarifas del gas. Esa era la intención de TGN, que es Techint. Y ahí chocaron con nosotros”.
"Como TGN nos dijo que no tenía financiamiento para las obras -continuó Fernández-, buscamos los fondos fiduciarios, y luego les pondríamos un cargo tarifario a los beneficiarios. TGN llamó a licitación, no el Gobierno”, agregó Alberto Fernández.
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