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Rogelio Pérez-Bustamante

La estrategia económica europea

La estrategia económica europea

miércoles 24 de marzo de 2010, 01:24h

La estrategia económica europea

 

Rogelio Pérez-Bustamante

 

27-03-2010 - Parece que la única o la principal preocupación era el establecimiento de un Plan de Rescate para Grecia, que necesita refinanciar a toda velocidad una inmensa deuda cuyo impago dañáría enormemente a la zona Euro, pero no por esto –aunque sea una cuestión de primer orden- pasará este Consejo Europeo de primavera a la historia.

 

Ya decíamos que el Consejo Europeo de 25 y 26 marzo de 2010 se convertiría en histórico al contener el desarrollo de la nueva estrategia europea para el empleo y el crecimiento, Europa 2020. En efecto, el Consejo concluyó ayer, viernes 26, con un documento en el que básicamente se recogen las líneas de la Comunicación de la Comisión de 3 de marzo de 2010, articulándose como objetivos prioritarios el aumento de la tasa de empleo hasta el 75% de la población comprendida entre los 20 y 64 años; la reducción de la emisión de gases de efecto invernadero en un 20%; el incremento hasta el 20% de las energías renovables y el avance hasta un 20% en el ahorro energético, incluso la reducción del 30% de gases siempre que lo hagan los demás países desarrollados. Para ello el Consejo recoge las siete iniciativas que proponía la Comisión.

 

¿Qué dejaron fuera los jefes de Estado y de Gobierno del documento del ejecutivo europeo?: Retrasar por lo menos hasta junio los objetivos sobre la Educación, que sería que el porcentaje del abandono escolar debería ser inferior al 10% y que al menos el 40% de la generación más joven debería tener estudios superiores completos. Se dice que ha sido Alemania la que ha pedido más tiempo para plantearse este objetivo, porque son las regiones –los lander- las que tienen la competencia, pues obviamente la política educativa de Alemania es descentralizada como también lo es la española. Insistamos que esto es un error. Ya es hora de acabar con la debilidad de las propuestas educativas europeas en materia de educación y cultura. Mientras la Unión Europea no asuma que la clave del futuro europeo y mundial está precisamente en la Educación, dificilmente alcanzará sus objetivos políticos, económicos y sociales. No se puede dejar la política escolar primaria y secundaria más que al dictado de cuatro líneas mientras que la política de educación en muchos países de la Unión –léase el estudio de La Caixa de 2009- hace aguas en no pocas cuestiones vitales. O queremos hacer una Unión o no, y desde luego, la Unión comienza por la Educación y continúa por el pleno Empleo, la Sanidad, la Energia, la Agricultura –que tampoco es una broma y no se puede borrar de un plumazo una Política clave en la articulación de la unidad europea-; ¿o es que se puede pensar otra cosa? Cuestión diferente es que el Presupuesto de la Unión Europea siga siendo ridículo a la hora de enfrentarse con lo que podrían ser unos objetivos ambiciosos.

 

La reducción de la pobreza en 20 millones de personas también ha quedado pendiente. Según parece, algunos países decían que la Unión Europea no tenía competencia para ello, como si la exclusión social, contenida en los artículos 151 y siguientes del Tratado de Funcionamiento, no fueran suficientes. Quizá algunos dirigentes europeos deberían taparse la cara de vergüenza porque la pobreza existe aunque no se vea en los grandes hoteles ni en las grandes comidas y cenas de las que, por cierto, como dice el refrán, están las tumbas llenas. En todo caso el dato queda para la historia, o resolvemos el tema de la pobreza en la Unión Europea –el 17% de los ciudadanos, algo más de unos 80 millones de personas en el umbral de la pobreza- o la Unión no sirve para nada.

 

Pero volvamos al Consejo Europeo de marzo de 2010 que consagra, como ya habíamos advertido, la Europa 2020 y repitamos que los objetivos ya estaban planteados por el ejecutivo y recordemos los mecanismos de supervisión que ahora recoge el Consejo Europeo: evaluación global una vez al año, evaluación de la estabilidad financiera general, debates periódicos sobre las principales prioridades de la estrategia, coordinación de la política económica general, utilización de los nuevos instrumentos de coordinación económica del Tratado de Funcionamiento de la Unión, seguimiento de la competitividad y de la balanza de pagos, preservación íntegra del Pacto de Estabilidad y Crecimiento y supervisión de su cumplimiento.

 

Por tanto ya hay un decálogo y un marco económico en un escenario realmente serio, se funciona con austeridad, se vigilará el déficit excesivo con un tono reprobatorio más fuerte que el que los Estados acostumbraban, se va a vigilar también la pérdida de competitividad y se adoptarán sanciones para los países que no cumplan las reglas. Estamos bajo las reglas de una Unión, las bromas, los retrasos en tomar medidas eficaces y los errores costarán más caros y además se levantará acta para la historia.

 

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