Restos de Julián Guevara llegan a Bogotá

Años después hubo luces de esperanza, pues las FARC anunciaron la entrega de los restos de Guevara junto a la puesta en libertad de dos militares que se encontraban en cautiverio. Sin embargo el proceso fue largo y la espera eterna, ya que el proceso de  liberaciones, que inicialmente se dividió en dos partes, tardó un año en comenzar.

Cuando todo parecía estar llegando a su fin y doña Emperatriz pensó en darle un digno entierro a su hijo, se encontró con otro tropiezo: las FARC anunciaron la postergación de la entrega de los restos, argumentando enfrentamientos entre el Ejército y su grupo guerrillero.

En aquella ocasión, la madre del mayor sufrió nuevamente una desesperanza y aseguró que de ser necesario ella misma iría hasta donde se le indicara para poder rescatar los restos de su hijo. No obstante lo anterior, el pasado martes, cuando se cumplió la segunda fase del proceso de liberaciones con la entrega del sargento Pablo Emilio Moncayo, la senadora anunció que las FARC le habían entregado las coordenadas para que la entrega de los restos se realizara el jueves.

De esta forma, a las diez de la mañana del jueves santo 1 de abril, el helicóptero del Gobierno de Brasil y la comisión humanitaria se dirigieron hacia Miraflores en el departamento del Guaviare; el arribo allí, se hizo a las 12:30 del mediodía y fue entonces cuando los guerrilleros de las FARC hicieron entrega de los restos a la comisión humanitaria.

Al devolverse la aeronave debió aterrizar en el aeropuerto Jorge Enrique González de San José del Guaviare para reabastecerse de combustible. Finalmente a siendo las 3:16 de la tarde, el helicóptero arribó a la ciudad de Villavicencio y entonces se cumplió el deseo de doña Emperatriz de Guevara de recuperar los restos de su hijo.

Los despojos mortales del mayor, que fueron entregados en un ataúd, fueron recibidos además de sus familiares, por el colectivo de Colombianas y Colombianos por la Paz, quienes con un minuto de silencio y cirios y pañuelos blancos en las manos se arrodillaron ante el descenso del féretro. Por su parte, doña Emperatriz no tuvo otra forma de amortiguar su dolor que abrazarse a Piedad Córdoba y a monseñor, tan pronto observó la urna.

Monseñor Leonardo Gómez Serna, quien hacía parte de la comisión humanitaria, precedió una breve ceremonia religiosa y entonces se traslado la urna hacia un lugar dispuesto para que los familiares compartieran instantes íntimos con el cuerpo del mayor Julián Ernesto Guevara.

Momentos más tarde, el cuerpo fue entregado a agentes del Cuerpo Técnico de Investigaciones (CTI) que se encargaron de dirigirlo hacia Bogotá, en donde fue entregado a Medicina Legal, institución que se encargará de verificar a través de una prueba de ADN si los restos óseos pertenecen efectivamente al mayor Julián Guevara.