PSOE y PRC han rechazado en el Pleno del Parlamento una proposición no de ley en la que la oposición instaba al Gobierno a que resolviera en el plazo de un mes el concurso para la adjudicación de las licencias locales de Televisión Digital Terrestre (TDT) convocado hace más de un año.
El debate se ha centrado en las críticas entre Gobierno y oposición. Los primeros, echando en cara al PP que durante su mandato mantuvieron "en el limbo" la situación legal de las cadenas, y los segundos, recriminando al Gobierno la situación en la que se encuentran decenas de trabajadores de las televisiones cántabras, cuyos empleos peligran al no tener licencia para emitir en digital ni posibilidad de que su programación se vea en analógico debido al paso a la TDT.
Dejando de lado los reproches mutuos, lo que ha llamado la atención en esta sesión parlamentaria ha sido la reflexión del socialista Martín Berriolope, quien aseguró que las empresas que se han mantenido vivas son las que tienen "vocación de trabajar", mientras que las que han caído -en referencia a Telecabarga o Canal 8 DM con sus respectivas decenas de empleados- son las que "no tenían vocación".
Reflexión curiosa, que nos hace ver que para mantener un medio de comunicación no hace falta licencia para emitir o ingresos, sino simplemente vocación, y que quizá la culpa de que los profesionales de los medios que se han quedado sin empleo en el último año sea de ellos mismos.
Si (
No(
