El asesino de Malcolm X, destacado líder de los derechos civiles de los afroamericanos en Estados Unidos, quedó en libertad condicional tras cumplir 44 años de condena por admitir su participación en la muerte del conocido activista, informaron medios locales.
Thomas Hagan, de 69 años, abandonó el centro penitenciario de Nueva York en el que dormía dos noches por semana desde que se sumara a un programa de trabajo que le permitió en 1992 empezar a residir con su familia y después de que se le negara la libertad condicional en catorce ocasiones desde 1984.
Hagan fue el único de los tres detenidos por la muerte de Malcolm X que reconoció su participación en un asesinato que se produjo el 21 de febrero de 1965, mientras el activista hablaba en Nueva York ante 400 personas y toda su familia, y por el que fue condenado a una pena de entre veinte años de cárcel y cadena perpetua.
Los otros dos condenados por la muerte del activista afroamericano, Muhammad Abdul Aziz y Khalil Islam, negaron haberlo asesinado y consiguieron la libertad condicional en 1985 y 1987, respectivamente.
"Tengo profundos remordimientos sobre mi participación (en el asesinato). Considero que jamás tendría que haber ocurrido", dijo Hagan ante el tribunal que finalmente accedió a otorgarle la libertad condicional, según recoge el canal de noticias estadounidense CNN.
Para ganarse la libertad condicional, Hagan tuvo que buscar un empleo que tenía que conservar -trabaja en el mismo lugar desde hace siete años- y debía mantener a sus hijos, así como acatar un toque de queda que le imponía el tribunal, unas condiciones que tendrá que seguir cumpliendo ahora.
El centro penitenciario de baja seguridad al que acudía hasta ahora Hagan se encuentra curiosamente en la esquina de la calle 110 de Manhattan con el bulevar Malcolm X, la vía que la ciudad de Nueva York dedicó a la memoria de uno de los líderes afroamericanos más activos de su historia.
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