Burgalés ministrable

Cada vez se abre paso con mayor fuerza la idea de que el próximo mes de julio, antes o después del Debate sobre el Estado de la Nación, Zapatero realizará una nueva crisis de gobierno. Pese a que se da por descontada la reducción del actual número de ministerios, la ocasión puede servir para que Castilla y León recupere la presencia ministerial perdida al comienzo de la actual Legislatura, cuando el leonés José Antonio Alonso y el salmantino Jesús Caldera salieron hacia otros destinos (bien es verdad que de muy diferente calado: no es lo mismo ser portavoz del grupo socialista en el Congreso que responsable de una pretendida macrofundación que no ha jugado ningún papel relevante).

Si hay algún socialista de esta comunidad bien situado para ser ministro, ese es el burgalés Octavio Granado, Secretario de Estado de la Seguridad Social. El hecho de que el Gobierno se disponga a impulsar la reforma del sistema publico de pensiones, unido al bajo perfil del ministro Corbacho, constantemente ninguneado por Zapatero, acrecienta, y mucho, las posibilidades de Granado de hacerse con la cartera de Trabajo El burgalés es un político solvente y fiable que se ha ganado en Madrid la misma credibilidad que tuvo durante su larga trayectoria en Castilla y León. No se olvide además que sienta plaza en Ferraz como Secretario de Política Económica de la Ejecutiva Federal del PSOE.