El futuro de Cataluña

En un Estado de derecho, nadie puede dudar de la legitimidad jurídica del Tribunal Constitucional para emitir la sentencia del Estatuto de Cataluña o de cualquier otro asunto en el que sea competente. Las dudas están más bien en otros niveles. Básicamente, en dos, que afectan a su composición y a su parcialidad. Por un lado, como subraya el presidente de la Generalitat, José Montilla, la composición actual del TC está deslegitimada ética, moral y políticamente por la presencia de jueces con el mandato caducado, por la vacante sin cubrir y por la recusación sin precedentes de un magistrado. Por otro, es público el desacuerdo que existe entre los magistrados, de cuyas deliberaciones supimos más por su carácter político que jurídico, mientras desde la prensa se habló de ellos como si fuesen diputados que debaten en el Congreso, lo que puede dar idea de cómo está el Tribunal Constitucional y de la urgencia de su renovación.