El líder del PP, Mariano Rajoy, ha roto su silencio este jueves sobre la polémica operación policial llevada a cabo en Alicante contra miembros de su partido y, al igual que el secretario de Comunicación de su partido, Esteban González Pons, ha culpado al ministro del Interior del “espectáculo muy poco edificante" que dio la policía que intervino en el caso, exigiendo al titular de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, que acuda al Congreso a dar explicaciones.
Tras recordar que el presidente de la Diputación de Alicante,
Joaquín Ripoll, fue puesto posteriormente en libertad, el presidente del PP anunció que su grupo va a pedir la comparecencia del ministro para que dé explicaciones en el Congreso y aclare las numerosas “contradicciones y desmentidos” que ha habido, por un lado entre la Policía y el juez que instruye el caso, y por otro, del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana (TSJV) también con los cuerpos policiales.
“Estas cosas no ocurrían antes nunca”, manifestó
Rajoy, recordando cuándo él ocupaba la cartera de Interior en el Gobierno de Aznar, y deduciendo que, dado que los funcionarios policiales son los mismos que entonces, “la culpa la tienen los responsables políticos”, es decir, Rubalcaba. Al ministro le ha exigido que garantice los derechos de los ciudadanos porque estamos en una “democracia seria y civilizada y no otra cosa”.
Rajoy confirmó que había hablado por teléfono con Ripoll el mismo día de su detención para trasmitirle “ánimo y solidaridad” y para pedirle que le mantuviera informado. Pero al ser preguntado si era verdad que Rubalcaba le llamó la víspera de la operación para advertirle de la misma, el líder de la oposición eludió el asunto calificándolo de “cotilleos” y se negó a dar detalles de la conversación, dando a entender con ello que, efectivamente, se produjo
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