"Desde que las Madres y Abuelas entraron en mi despacho, la vida cambió en mí y en España"

"Hoy día no debemos volver atrás, no podemos, las víctimas no se merecen una segunda negación", sostuvo el juez español durante su discurso en el acto de solidaridad y homenaje que le realizaron organismos de Derechos Humanos en el Espacio de la Memoria, ex ESMA.

"Este es un acto de solidaridad hacia mí pero que lo quiero extender a todos los que en este sitio perdieron su vida, fueron torturados y vivieron la negación en sí mismo de lo que es ser humano”, y destacó que el predio del ex centro clandestino haya sido "convertido en lugar de reflexión".

El juez, suspendido por el Poder Judicial español por haber comenzado a investigar los crímenes del franquismo, consideró que "la obligación (de jueces) es escuchar a las víctimas, y quien no lo entienda así no tiene la condición para ejercer esa noble tarea".

"Mi vida cambió desde el 28 de marzo de 1996, cuando la causa que conocimos como el "Caso Argentina” cayó en mi juzgado de la Audiencia Nacional. Desde que las Madres y Abuelas entraron a mi despacho la vida cambió en mí y en España", opinó.

Garzón, que evitó referirse explícitamente a su suspensión como magistrado de la Audiencia Nacional tras su intento de investigar los crímenes del franquismo, apuntó que, durante años, España vivió "la ley del silencio, de la impunidad" bajo la dictadura, y la democracia abrió cauces pero "con un olvido permanente de las víctimas".

"No puede un país construirse sobre el olvido, la falta de memoria, sobre el reconocimiento de aquello que ha marcado su historia", afirmó.

"Las víctimas merecen una respuesta, una protección que se debe dar desde la Justicia", insistió el magistrado, que lamentó que tras la polémica legal surgida sobre la investigación de delitos cometidos bajo el régimen franquista (1939-1975), España "ha perdido de forma gratuita" la posición que había logrado en materia de defensa de los Derechos Humanos con los juicios contra represores de terceros países.

"Es triste que en países como España, en los últimos años, con nocturnidad y alevosía, se haya producido un regreso muy fuerte" en lo referido al concepto de Justicia Universal, agregó.

"No se quebranta una sociedad, no se quebranta un pueblo por el hecho de que se aplique la Justicia", continuó Garzón, que dijo sentirse "bien tranquilo" con su actuación como juez.

"No podemos volver atrás, no debemos volver atrás" en la aplicación de la Justicia a crímenes de lesa humanidad, porque "las víctimas no merecen una segunda negación", concluyó.

Del Acto de Solidaridad con Baltasar Garzón (como se lo denominó) participaron el secretario de Derechos Humanos, Eduardo Luis Duhalde; la titular de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto; el ex diputado Héctor Polino, el diputado Ariel Basteiro y el director del CELS, Horacio Verbitsky, entre otros.

Duhalde aseveró en su discurso que hay "tres pilares" por los que se realizó este homenaje a Garzón. "Uno es el agradecimiento porque tomara como causa emblemática la tragedia argentina".

"El segundo es el aporte fundamental al desarrollo de la justicia universal, y el tercer aspecto es que la memoria histórica española está en el inconciente colectivo argentino", dijo en referencia a la investigación por los crímenes del franquismo.

"El tiempo te marcará vencedor en tu disputa con los poderes oscurantistas que van por vos”, dijo Duhalde interpelando a Garzón.

Durante su alocución, Carlotto recordó los inicios en que las causas por delitos de lesa humanidad llegaron a la Audiencia Nacional española, y que "por suerte cayó en el juzgado de Garzón".

"Mi mensaje es el de todos los organismos, decirle que no está solo y que está con todo el cariño de la Argentina de bien. Es un hombre que ya está en la historia universal y es el gran amigo de los argentinos", concluyó.

Además, al magistrado le entregaron una copia de la declaración de solidaridad hacia él firmada por 982 personas.